Apoyar a los nuevos chilenos
La labor realizada en el Centro de Formación Técnica La Chimba apunta al sentido más correcto: Para ganar confianza se requieren acciones, no solo palabras. Es cierto que debe corregirse la Ley de Extranjería y que hay casos de migrantes que no debieran estar en el país, pero ciertamente son los menos. La gran mayoría viene a radicarse, dando lo mejor de sí a Chile.
La mayoría de los habitantes de los campamentos antofagastinos son extranjeros, personas que salieron de su país en búsqueda de una oportunidad, dejando atrás sus familias, redes de apoyo, sus historias y parte de su herencia cultural.
Se trata de una cuestión con fuerte contenido emocional, inimaginable para muchos, para la mayoría, que nunca ha debido enfrentarse a estos tránsitos. Sabemos que el fenómeno migratorio produce fricciones en la población local. Se trata de fenómenos complejos donde, a ratos, parecen enfrentarse los quehaceres y estilos de vida. Lo local se siente amenazado por ello y así podrían explicarse los preocupantes niveles de intolerancia para con algunos extranjeros.
Sin duda, las migraciones son uno de los fenómenos de estos tiempos. Lo vemos en Europa, parte de Asia y algunas naciones de América, precisamente aquellas que ofrecen mejores expectativas de vida, en términos de paz social, educación, funcionamiento de las instituciones y desarrollo económico. Las migraciones han ocurrido siempre en la historia humana y seguirán sucediendo.
Quienes migran buscan mejores horizontes y eligen participar de nuevos territorios que los reciben, optan por una nueva nacionalidad, ofreciendo su acerbo y compromiso a cambio.
Es cierto que hay casos complejos, pero son la minoría, el grueso de quienes arribó al país, viene por una especie de renacer, por una chance.
La sociedad debe entender esto y aportar para que aquel tránsito sea menos complejo, más llevadero y ofrecer oportunidades a estos nuevos chilenos. Desde lo ético no debemos tener dudas, aun cuando en efecto hay cuestiones que corregir en la ley.
Lo que apreciamos el fin de semana por segundo año en el Centro de Formación Técnica La Chimba va en el sentido más correcto. Con acciones se promueve a estos "nuevos chilenos" que devolverán ese esfuerzo para bien de sus familias y de nuestro país.
Actuar de buena fe, comprometer con trabajo el desarrollo de nuestros pares nos hace mejores personas. Todos ganamos con ello.