Una de las consecuencias más catastróficas de la Diabetes Mellitus (DM) es la Osteomielitis; una infección de los tejidos profundos del pie y que -en muchos casos- obliga a la amputación.
Bajar la cantidad de pacientes que pierden una de sus extremidades es, precisamente, la motivación que mueve al académico Francisco Salvador Sagüez y a un equipo de estudiantes de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad de Antofagasta.
El doctor Salvador es académico adjunto de la facultad y especialista en Infectología. Divide su tiempo entre la UA y el Hospital Regional, donde realiza una ardua labor para tratar a personas con complicaciones derivadas de lo que se conoce como pie diabético.
"Según estudios, un paciente que logra salvar su extremidad afectada tiene mayor expectativa de vida, puede vivir en promedio cinco años y medio, mientras que uno amputado precozmente ve disminuida su sobrevida en no más de dos años", explica.
Junto a los estudiantes dedica parte de su tiempo a investigar. Presentaron dos trabajos en el último Congreso Panamericano de Infectología en Panamá; y cuatro en la Cumbre de las Américas del Pie Diabético, donde obtuvieron el primer lugar, con investigaciones centradas en la Microbiología del pie diabético y en el tratamiento antibiótico, entre otros aspectos.
Resultados
Los resultados positivos comenzaron a registrarse en 2015, cuando Salvador y su equipo lograron bajar en un 40% la cantidad de pacientes amputados en Antofagasta.
"El índice disminuyó de 158 pacientes a 104 ese año, posteriormente, la baja se ha mantenido en un 30% menos de las amputaciones mayores y un 25% de las amputaciones en general", explicó Salvador.
Según el profesional, estos positivos resultados son posibles gracias a dos acciones fundamentales: una consulta precoz y el tratamiento efectivo de la Osteomielitis.
"Estamos conectados mediante la red Whatsap con los profesionales de la atención primaria, así coordinamos una derivación oportuna y se entregan directrices basados en el estado del paciente. Lo que hicimos fue tratar precozmente y disminuir la necesidad de amputación mayor. A veces, la Osteomielitis persistía, y generaba que el pie siguiera infectándose y necesitando más amputaciones, no solamente del dedo del pie, sino que después el medio pie y finalmente la pierna", relata.
En cuanto al tratamiento, explicó que frecuentemente los pies eran tratados con esquemas antibióticos inadecuados, eso hacía que un pie infectado llegara en muy malas condiciones al servicio de urgencia y solamente quedara amputarlo.
Alimentación
Salvador contó que el año pasado -también con parte del grupo-, participaron en el primer trabajo multicéntrico a nivel latinoamericano de prevalencia de pie diabético en personas hospitalizadas, que será próximamente publicado en una revista indexada.
"Participaron más de once mil pacientes, fue una investigación en red donde se reunieron 143 centros, incluido Antofagasta", dijo.
Y uno de los resultados de este estudio, señala que Chile es un país con altos índices de Diabetes en Latinoamérica.
"Somos el segundo país después de Panamá y las cifras van en aumento, pues pasamos del 3% al 9% y la última encuesta de salud arrojó un 12.3% de prevalencia. Si no le ponemos atajo, tendremos muchos más problemas de salud en esta área", advirtió.
Según él, la población nacional llegó a este punto debido a la deficiente alimentación.
"Tenemos una gran cultura de la comida envasada, de lo light que a veces no es tan light, siempre terminamos consumiendo una gran cantidad de azúcar, además tenemos una obesidad infantil enorme. La mayoría los factores que generan un cambio en esta patología son preventivos", comentó.
Salvador advirtió que es importante tomar conciencia que ésta "es una epidemia que depende de cómo nos alimentamos y que es posible evitar la aparición de la enfermedad. Mientras más tardía menos consecuencias vamos a tener. Una persona con uno de los padres con Diabetes, tiene 50% de posibilidades de desarrollarla, mientras que si tiene ambos padres sube al 100%", cerró.