De la huella y del mar
El 13 de diciembre de 1912, nace Andrés Sabella, para hacer de su vida un mensaje fraternal de Paz y Poesía. Se llama Andrés, y es poeta. Sueña, y su infancia nunca queda atrás.
Constelados de nombres familiares, sus poemas son jardín abierto a la fantasía de los niños, camino para los jóvenes y remanso para el adulto que olvidó, quizás, la raíz de la ternura.
Un 13 de diciembre, nos gritará su anhelo: "Yo quiero saludar la Tierra"
Andrés Sabella es "Hombre de cuatro rumbos" y en todos sus caminos la huella y el mar deletrean su horizonte. Duras estampas de soledad y de historia se cruzan y entrecruzan en su obra, Cobija, Pampa Unión, Toconce, Punta Negra… No se ha secado en su corazón la viva imagen de "Chile, fértil provincia", pero ha aprendido que la frente de nuestra caprichosa geografía es esta tierra de sal, "semillería de las piedras", permanencia vital del coraje, la audacia y la paciencia que dan a Chile, este Chile de los hondos amores de poeta, su conquista de todos los días. Porque Andrés Sabella, Caballero del Ancla, hijo y hacedor del Arte por sangre, por raza y por oficio, poeta de la huella y del mar, Duende jubiloso de los niños, paladín de la justicia y enamorado de la Paz, vive a Chile en cada pulso de su sangre, en cada fiebre de su anhelo, en cada herida de su ilusión. Chile es su canto y Chile su exigencia: "Rubí de América", lo llama.
Día tras día, por las calles de la ciudad, camina el poeta. Su lámpara se ha encendido al alba.- La poesía requiere intimidad- y se apagará con la última hora -la docencia exige largas vigilias- y el poeta tiene por sala de clases las horas y la ciudad.
75 años lleva a la vida de Andrés. De cada uno de éstos, la ciudad y la pampa tienen algo que aprender. Así lo comprendió Gerardo Claps cuando lo invitó a formar parte de la Universidad del Norte. Así lo hemos aprendido los que, en silencioso hacer, hemos sido testigos de su dedicación a la docencia de las letras.
"- ¿Quién ha visto hoy a Andrés?
-Yo- -nos responde la ciudad de la huella y del mar"
Por eso, nuestro homenaje.
Elsa Abud, C.D.M.