CLASIFICACIÓN DE RIESGO
EVALUACIÓN. Las "Clasificadoras de Riesgo", que evalúan la inversión en un valor de oferta pública, funcionan en Chile desde hace cerca de 30 años.
La Clasificación de Riesgo corresponde a una opinión especializada acerca del riesgo inherente al invertir en un valor de oferta pública, la cual es realizada por empresas privadas, denominadas "Clasificadoras de Riesgo".
Estas clasificadoras funcionan en Chile desde hace cerca de 30 años, son reguladas y fiscalizadas por la Comisión de Mercado Financiero. Actualmente operan 4 Clasificadoras de Riesgo: Humphreys, Feller-Rate, Fitch Chile e International Credit Rating.
Importancia de la clasificación de riesgo
La existencia de una industria de clasificación de riesgo es fundamental para el desarrollo de los mercados financieros, pues ofrece una escala de riesgo definido y estándar para los valores emitidos, facilitando la búsqueda y evaluación de alternativas por parte de los inversionistas.
Así, la fijación de precios de los valores en los mercados puede ser más eficiente, ayudando además a manejar carteras de inversiones diversificadas. Por una parte, los inversionistas con mayor aversión al riesgo buscarán los valores menos riesgosos, pero que a su vez prometen un menor retorno. En contrapartida, los inversionistas con menor aversión al riesgo elegirán valores más riesgosos, persiguiendo un mayor retorno por su inversión.
Valores que se clasifican
En Chile es obligatorio realizar clasificación de riesgo cuando se emiten títulos de deuda por parte de las empresas, ya sean éstos de largo plazo (Bonos) o de corto plazo (Efectos de comercio). Además, es obligatorio contratar este servicio para los bancos cuando emiten Depósitos a Plazo y Letras de Crédito Bancarias. Cabe destacar que el costo del servicio de clasificación es de cargo de los emisores de los valores.
Para los demás valores, la clasificación es voluntaria. Por ejemplo, para acciones emitidos por S. A. abiertas, cuotas de fondos mutuos y cuotas de fondos de inversión.
Metodología de clasificación de riesgo de bonos y acciones
Las clasificadoras realizan su evaluación basándose en información pública del emisor, información proporcionada por el emisor y reuniones con la administración de la empresa.
La metodología de clasificación de bonos y acciones tiene 2 componentes: uno común a ambos instrumentos, que es la clasificación de la solvencia de la empresa emisora, y uno propio de cada instrumento por separado.
La Solvencia se entiende como la capacidad del emisor para responder por sus obligaciones financieras, y su clasificación incluye el análisis de lo siguiente:
Características y riesgos de la industria y mercados en que está la empresa y su posición dentro de esta industria.
Situación financiera de la empresa, considerando indicadores históricos y proyectados de rentabilidad, generación de flujos de caja, nivel de endeudamiento, riesgo financiero de tipo de cambio, etc.
Otros aspectos relevantes, como gobierno corporativo, empresas relacionadas y grupo económico al que pertenece la empresa emisora.
Para clasificar bonos, se adiciona a la solvencia de la empresa emisora las características del instrumento, analizándose:
Resguardos: Compromisos del contrato respectivo sobre protecciones al comprador del valor, tales como, restricciones a indicadores financieros o a actuaciones de la administración de la empresa que pongan en riesgo el cobro del bono.
Garantías: Cauciones estipulados en el contrato de emisión y que protegen el pago comprometido.
Para clasificar acciones, adicional a la solvencia de la empresa emisora se analizan indicadores de liquidez bursátil de la acción, junto con la transparencia en las actuaciones de la empresa ante los accionistas y el mercado en general.
Categorías de clasificación de bonos
Para clasificar bonos existe una nomenclatura de categorías, ordenadas de menor a mayor riesgo, que incluyen las letras AAA, AA, A, BBB, BB, B, C, D y E.
La categoría AAA representa la más alta capacidad de pago de capital e intereses, la cual se estima no se verá afectada significativamente por cambios en el emisor, en la industria o en la economía.
La categoría D incluye bonos que no cuentan con capacidad de pago y presentan incumplimiento efectivo de pago de intereses y capital.
Por último, la categoría E corresponde a los bonos sin información suficiente para clasificar.
Categorías de clasificación de acciones
Para clasificar las acciones existe una nomenclatura de 6 categorías ordenadas de menor a mayor riesgo que incluyen: 1ª Clase Nivel 1, 1ª Clase Nivel 2, 1ª Clase Nivel 3, 1ª Clase Nivel 4, 2ª Clase y "Sin información suficiente"
La categoría 1ª Clase Nivel 1 representa las acciones con mejor combinación de solvencia y otros factores relacionados al título accionario o su emisor.
Por su parte, la categoría 2ª Clase representa acciones con una inadecuada solvencia.