Teatro y Reinserción Social
Durante mi vida teatral he actuado y enseñado a hacerlo a niños, jóvenes y adultos. Soy un convencido de que esta actividad es un arma poderosa para hacer crecer a las personas. He repetido incansablemente que el teatro no puede hacer otra cosa que enriquecer al que lo practica. Por eso que cuando este viernes 13 me tocó presenciar el resultado de un proyecto realizado por la Defensoría Penal Pública de Antofagasta, Gendarmería de Chile, una obra de Teatro que derivó del Taller de autoría Teatral: "Redescubro mi vida", dirigida por la actriz Cony Bustos e interpretada por un grupo de reclusos del Centro Penitenciario del Nudo Uribe, no pude contener mi emoción.
He visto cientos de obras de teatro y he disfrutado y me he emocionado muchas veces, pero lo que me pasó esa noche es algo que tocó teclas profundas de mi sensibilidad. ¿Fue la obra?... Sí, pues mostraba la realidad de muchos de los internos-actores. Lo que más me impactó, era imaginarme el sentimiento de aquellos hombres, actores-personajes, que se llenaban de la energía positiva de ese público que aplaudía a rabiar, incluidos muchos de sus familiares. Ese momento del saludo que he vivido cientos de veces, pero que en ellos, adquiría un valor distinto, porque, quizás, fuera una de las pocas veces que sentían un reconocimiento tan sincero, por algo que ellos habían realizado. Ese gesto de amor de reconocer a través del aplauso y de las lágrimas, es quizás lo que marcará un antes y un después para cada uno de esas personas privadas de libertad y que, en ese instante mágico de la acción teatral, fueron libres de espíritu y volaron como no lo habían hecho jamás. Ese reconocimiento por algo "bueno" que hicieron, les dará la clave para la difícil reinserción social a que aspiran.
Un proyecto que merece continuidad y apoyo. Felicitaciones a todos los que lo hicieron posible y, en especial, al Teatro, que siempre enriquecerá al que lo practique y al que lo disfrute como público.
Raúl Rocco