Inca Garcilaso de la Vega
Acostumbramos celebrar el Día del Libro recordando a Cervantes y Shakespeare, pero no nos acordamos del escritor, traductor e historiador peruano Inca Garcilaso de la Vega. ¿Quién más "americano" que él? Hijo de las noblezas Inca y española, bautizado como Gómez Suárez de Figueroa. Nació en Cuzco el 12 de abril de 1539. Su madre, Isabel Chimpu Ocllo, era nieta del Inca Túpac Yupanqui y sobrina de Huayna Cápac. Su padre, el capitán español Sebastián Garcilaso de la Vega y Vargas, estaba emparentado con varios destacados escritores, entre ellos, el poeta toledano Garcilaso de la Vega.
Con la familia de su madre transcurren infancia y juventud en Cuzco, donde recibe educación bilingüe y bicultural. El quechua es su lengua materna y es iniciado en cultura y mitología inca. Además, recibe formación como español: gramática, latín, doctrina cristiana. A los veinte años decide irse a España. Además de estudiar participa en algunos combates obteniendo el grado de Capitán de su Majestad. Abandona luego las armas y comienza a investigar y escribir.
Lucha por el derecho a usar el nombre de su padre, Garcilaso de la Vega, pero al comenzar su trabajo escritural agrega "Inca", y firma Inca Garcilaso de la Vega. Traduce Dialoghi d'Amore del sefardí León Hebreo, escribe, entre otros, Comentarios Reales de los Incas, La Florida del Inca, Historia General del Perú.
Fallece el 23 de abril de 1616. Curiosamente, él mismo había redactado su epitafio: "El Inca Garcilaso de la Vega, varón insigne, digno de perpetua memoria, ilustre de sangre, perito en letras, valiente en armas, hijo de Garcilaso de la Vega de las casas ducales de Feria e Infantado, y de Isabel Palla, sobrina de Huayna Cápac, último Emperador de Indias. Comentó La Florida, tradujo a León Hebreo y compuso los Comentarios Reales. Vivió en Córdoba con mucha religión, murió ejemplar; dotó esta capilla, enterróse en ella; vinculó sus bienes al sufragio de las ánimas del Purgatorio."
Cecilia Castillo