"Si cerramos la residencia en Antofagasta, no quedaría casi nadie atendiendo niños"
Alejandra Rivero, directora nacional Aldeas Infantiles S.O.S Chile, asumió hace poco tiempo la titularidad de esta residencia y ha tenido que enfrentar el complejo escenario que vive la primera infancia en el país.
En esta entrevista, la abogada habla sobre las complejidades de la administración de la casa de acogida que atiende a menores con medidas de protección, los proyectos de ley que involucran a los niños y las lecciones que dejaron las muertes que ocurrieron en los centros del Sename.
La primera mujer directora de la Aldeas Infantiles S.O.S insiste en que las residencias deben tener más recursos, pues solo el 40% corresponde a la subvención que les entrega el Estado para la operación de los centros.
¿Cuál es el trabajo que está realizando la institución en la Región de Antofagasta?
-Nosotros tenemos tres programas, uno tiene que ver con el acogimiento familiar, donde tenemos a 40 niños en la aldea que llegan ahí cuando han perdido el cuidado de sus padres. Llegan con medidas de protección. Luego, hay otro programa que es un programa de fortalecimiento familiar que trabaja con las habilidades parentales. Hoy en día ese trabajo está focalizado en los campamentos, por ende son de familias migrantes. Hay un tercer programa que es el que vamos a inaugurar que tiene que ver con la prevención focalizada.
¿En qué situación está Aldeas Infantiles S.O.S de Antofagasta en comparación a nivel nacional?
-En general es una aldea que se ha estabilizado mucho. Hace años hubo una época donde teníamos a niños muy complejos y teníamos situaciones permanente de violencia y descompensaciones. Lo importante es que hemos podido intervenirlos con profesionales. Los chicos han vuelto a sus casas y otros han permanecido. Hoy día tenemos un equipo mejor construido y empoderado. Los procesos de intervención han mejorado y en términos de infraestructura hemos mejorado pero siempre es posible seguir avanzando y para eso se requieren más recursos y procesos de gestión. En comparación al resto del país estamos bien, pero dado a que es una región con mucha migración y campamentos, siempre vamos a tener muy atomizada la aldea. Tenemos largas listas de espera y eso es malo, pero no podemos recibirlos porque no tenemos capacidad. Hay que mejorar la intervención del Estado.
Incendio
¿En qué etapa está el caso del incendio en el centro de acogida de Antofagasta?
-Yo asumí la dirección hace poco, pero es un caso terrible. Que un niño se muera, es antinatural y si eso ocurre en una institución que tiene la responsabilidad de protegerlos, es un segundo problema. Nosotros hicimos todas las averiguaciones e hicimos todos los protocolos, se aplicaron para investigar y se concluyó que fue un incendio donde se pudo rescatar a todos, menos a uno. Todo tiene un correlato judicial y todo está en investigación hasta la fecha. Aun no hay fecha para el juicio oral, hay una ampliación de plazo de la investigación. Hay dos personas nuestras, que estaban a cargo de la casa donde vivían los niños, que están con firma dado que están como imputados por cuasidelito de homicidio. Para nosotros es muy compleja la situación.
Hace un tiempo Contraloría detectó irregularidades en el Programa de Aseguramiento de Calidad de las residencias del Sename...
-Es un programa que se generó y entiendo que se hizo un trabajo interdisciplinario para levantar información y mejorar la calidad de las residencias y por lo que sé, se habría logrado en algunos lugares. El problema es que se invirtió tanto dinero, que sería bueno saber los resultados que tuvo porque nunca hubo una rendición de cuentas. Siento que cuando se crean programas y se cierran y no hay una devolución a la comunidad de qué es lo que se hizo, es porque es dinero mal invertido.
¿Cuáles son las lecciones que dejan las muertes de niños en centros del Sename?
-La lección es que estamos todos los días administrando las Aldeas. Siempre estás expuesto a cualquier cosa, a que haya un pelea entre los niños, que se arranquen, que no vayan al colegio o se descompensen. Y para ello, hay que estar muy capacitado. A eso se suman los hechos fortuitos, por eso deben tener las viviendas adecuadas con los mecanismos de seguridad.
Muchas organizaciones han optado por abandonar la línea residencial...
-Sí, es la línea más compleja de administrar porque es muy cara y es mucho el riesgo. De hecho, hemos cerrado otras Aldeas, pero Antofagasta tiene una situación muy compleja. Si cerramos, no dejamos a casi nadie atendiendo niños.
Uno de los focos que puso el Presidente Sebastián Piñera cuando asumió fue precisamente la primera infancia. Además se habló sobre el proyecto de separar los centros de Sename...¿Está de acuerdo?
-Creo que el Presidente y su equipo tienen la mejor intención. Al menos esa es la impresión que nos queda después de las reuniones que hemos tenido. El tema es que no sé si la estrategia de la división de servicios es la más adecuada.
¿Por qué?
-Pienso que primero hay que trabajar en una Ley Marco, una ley de garantía que ha estado en tramitación en los distintos gobiernos y nunca ha salido. Se debe generar políticas universales de prevención y protección a todos los niños, de modo de preocuparnos antes de las distintas complejidades que afectan a los niños porque si no haces eso, siempre tendrás un flujo constante de niños a los centros del Sename. Hay que cerrar la puerta de entrada al Sename, eso es algo muy importante. Además hay que generar un sistema para que los niños no vuelvan a los centros del Sename y que acompañe a las familias en la vinculación con sus hijos.
"La lección es que estamos todos los días administrando las aldeas. Siempre estás expuesto a cualquier cosa, a que haya un pelea entre los niños, que se arranquen, que no vayan al colegio o se descompensen"."