Dan de alta a trillizas que estuvieron en riesgo vital
HOSPITAL. Monserrat, Victoria y Sofía nacieron a las 27 semanas de gestación y pesando menos de un kilo.
La Unidad de Neonatología del Hospital Regional de Antofagasta apenas llevaba 15 días de funcionamiento en el nuevo recinto cuando debió enfrentar un desafío mayor: un nacimiento múltiple y de prematurez extrema.
Monserrat, Victoria y Sofía -de madre boliviana y padre chileno- llegaron al mundo el sábado 27 de enero con 27 semanas de gestación. El parto originalmente estaba fechado para marzo.
Las niñas pesaron apenas 940, 900 y 850 gramos al momento de nacer. Debieron permanecer en incubadoras y conectadas a ventilación mecánica, ya que sus órganos no estaban suficientemente desarrollados. Marcela Rojo, matrona supervisora de la Unidad de Neonatología, explicó que "nacieron sin estar preparadas para estar fuera del útero, las tres estuvieron muy graves por mucho tiempo".
"Cada mañana, apenas llegábamos, la primera pregunta era '¿están vivas?'. Así de complicadas estuvieron", explicó otra funcionaria.
Pero ayer, después de un intenso trabajo por parte de personal del Hospital Regional de Antofagasta, las tres pequeñas por fin pudieron ser dadas de alta. "Que se estén yendo las tres y en buenas condiciones, es algo importante de destacar", manifestó la matrona Marcela Rojo.
Despedida
Las niñas se fueron pesando 2 kilos 700 gramos cada una, y midiendo 50 centímetros (cuando nacieron medían 33 centímetros).
Para el equipo las trillizas marcaron la instalación en las nuevas dependencias, hecho que fue destacado por el director (s) del Hospital Regional, Edgardo Alvarez. "Es un hito en para el nuevo hospital, que incluso permitió consolidar la coordinación entre los distintos servicios".
Tanto así que ayer una decena de funcionarias, que siguieron la evolución de las bebés día a día, llegaron hasta la Unidad de Pediatría para despedirse de las pacientes y de sus padres.
En la parte más compleja del proceso, las trillizas estuvieron en riesgo vital y requirieron varias transfusiones de sangre, sobre todo la bebé que nació con menos peso, Monserrat.
Por lo anterior, el hospital realizó llamados a través de los medios de comunicación para que antofagastinos acudieran al recinto a donar sangre. Y la campaña dio resultados.
Juan Ríos, padre de las trillizas, agradeció a la comunidad los aportes al Banco de Sangre. "Vino mucha gente a donar, lo que las ayudó mucho. Ojalá que los aportes sean constantes".
Ríos y su esposa durante estos últimos meses debieron acudir al hospital día a día, desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde.
Y aunque ese sacrificio ayer terminó, empieza un desafío económico. "Ocupan 10 pañales diarios, así que eso tengo que multiplicarlo por tres", manifestó el padre primerizo.
A eso se suma que algunos implementos no los han podido adquirir aún en el mercado. "Por ejemplo, no hemos encontrado un coche triple", relató.
Pero esos parecen ser detalles al ver el rostro de Juan Ríos, quien por fin pudo juntar a toda su familia.