Cardenal Errázuriz: "No hago nunca expectativas de reuniones del Papa"
CITA DEL EPISCOPADO. El arzobispo emérito de Santiago aclaró que el Pontífice "es capaz de improvisar" en la víspera de la esperada reunión con los obispos por la crisis de la Iglesia. Según él, "todos los que hacen vaticinios se equivocan".
El arzobispo emérito de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz, aseguró que no espera algo específico del encuentro que sostendrá el episcopado chileno con el Papa Francisco a partir de mañana. "Yo no hago nunca expectativas de reuniones del Papa, porque el Papa es capaz de improvisar, y todos los que hacen vaticinios se equivocan", aseguró al arribar ayer a Roma junto a los obispos Gonzalo Duarte y Cristián Caro.
Errázuriz sorprendió al decidir viajar a Roma, luego de que descartara participar de la reunión a la que el Papa Francisco convocó a la Conferencia Episcopal por los casos de abuso sexual en la Iglesia chilena. Acompañado de los obispos Gonzalo Duarte y Cristian Caro, Errázuriz defendió su repentina decisión. "Hay personas de la quinta edad que cuando toman una decisión no la cambian y otras, que son un poco menores, que la piensan y lo cambian", afirmó a Tele 13 en el aeropuerto.
Participación en G9
Consultado sobre su permanencia en el comité de nueve cardenales que asesora directamente el Pontífice en la reforma a la curia, el cardenal señaló que "eso depende del Papa" y que "normalmente en Roma los trabajos se dan por cinco años y lo estamos cumpliendo", aunque agregó que es "el mayor" del grupo de cardenales y que eventualmente puede ser reemplazado por alguien más joven. Sobre su participación, Errázuriz no entregó ninguna razón particular y aclaró que "a todos nos llamó el Papa pidiendo que viniéramos".
Cita con obispos
Las reuniones que el Papa Francisco mantendrá esta semana con los obispos chilenos para pedir "responsabilidades" ante la poca transparencia en los casos de abusos a menores son además una cita clave en su Pontificado para mostrar la anunciada tolerancia cero ante los casos de pederastia.
Francisco se reunirá desde mañana hasta el 17 de mayo con ellos, después de haber constatado que fue mal informado respecto del obispo de la diócesis de Osorno, Juan Barros, a quien acusan de que sabía que el sacerdote Fernando Karadima abusó durante años de menores.
El Pontífice, que hizo obispo a Barros, lo defendió públicamente en varias ocasiones, también durante su viaje a Chile, e incluso rechazó su renuncia hasta dos veces convencido de su inocencia a pesar de la insistencia de las víctimas sobre que era un encubridor.
Según EFE, Francisco se había fiado de sus interlocutores en la Conferencia Episcopal, pero a la vuelta del viaje de Chile mandó realizar una exhaustiva investigación al arzobispo maltés Charles Scicluna, tras la cual confesó que había cometido "graves equivocaciones de valoración" por haber recibido "información inexacta" de los hechos.
El sacerdote chileno Luis Badilla, director de "El Sismógrafo", uno de los blogs más importantes de información vaticana, aseguró ayer en declaraciones a la emisora pública Radio Rai que el mensaje que saldrá de estas reuniones "se espera sea para toda la Iglesia". "Lo están poniendo a prueba y para el Papa no será una prueba pequeña, pues se juega parte de su prestigio y de su credibilidad. Es un momento muy importante de su pontificado", agregó.
Aunque El Vaticano informó el sábado que las reuniones "se desarrollarán en estricta confidencialidad", por lo que "no está previsto que el Papa Francisco haga declaración alguna ni durante ni después de las reuniones", sí que se esperan decisiones.
"Hay personas de la quinta edad que cuando toman una decisión no la cambian".
Francisco Javier Errázuriz, Cardenal"
La reunión
Coordenadas La cita se realizará en una sala adyacente al Aula Pablo VI, el gran salón de actos de El Vaticano.
Los participantes A Roma llegaron desde Chile 31 de los 32 obispos diocesanos y auxiliares y dos obispos eméritos.
Los ausentes No llegaron el obispo auxiliar de Santiago Andrés Arteaga, por motivos de salud y el cardenal Jorge Medina.