EL DR. ANTONIO RENDIC EN EL RECUERDO
Cuando llegué a antofagasta, a fines de los setenta, me fue muy estimulante tomar conocimiento sobre algunos escritores que ya eran verdaderos personajes en la ciudad. uno de ellos era el dr. antonio rendic o ivo serge, su pseudónimo literario. el primero que me habló de él como médico generoso y solidario y como par en la poesia fue don andres sabella, con quien compartían una gran amistad e incluso reconocimientos públicos como la primera ancla de oro.
Luego, conocí y admiré su obra literaria, disfrutando sus hermosos poemas escritos con el talento que dios le dio y que supo muy bien compartir transmitiendo , muchos de ellos, la esencia de una religiosidad esperanzadora, como también otros reflejan un profundo compromiso con su entorno, a través de imágenes reconocibles del querido norte, que lo acogió y cobijó desde su niñez . sin duda, una gran contribución al fortalecimiento de la identidad regional.
Tuve la oportunidad de verlo y escucharlo por primera vez en uno de los muchos recitales poéticos que se realizaban en el instituto chileno-francés de cultura, impresionando a todos con sus poemas y con la sencillez, transparencia y delicadeza con que los entregó. luego en el año 1990, hubo un gran homenaje para el dr. rendic en un teatro municipal repleto, homenaje que él recibió con su humildad habitual y en el que la ciudad de antofagasta le demostró todo su aprecio y cariño, agradeciendo todo lo entregado por uno de sus mejores hombres. al término del acto, todos pudimos saludarlo y hasta el día de hoy atesoro el libro de sus "obras escogidas", que me tocó recibir en esa ocasión. cabe mencionar que la comision organizadora tuvo un excelente desempeño.
No tuve muchas oportunidades de compartir con él, fueron contadas las ocasiones, pero me bastaron para reconocer en él a un hombre bueno, generoso, solidario e íntegro. un hombre que fue una buena influencia para su ciudad, dignificándola, haciéndola más respetable con su presencia entonces y ahora con su recuerdo.
Actualmente, hay reconocimiento de su valía como persona y de su obra, sin embargo siempre se puede hacer más para tenerlo presente como inspiración y modelo para niños y jóvenes que no lo conocieron. es lamentable que su casa, donde tanto bien entregó en la atención a sus queridos pacientes, no se haya convertido en un lugar donde conservar su memoria como él lo merece.