La meta es una sola: ayudar. Cuando el otoño entra a su fase final y las temperaturas ya descienden a -2.9 grados en Calama, estamos planificando una ofensiva para proteger a los más vulnerables de la región.
Frazadas, kits de aseo, sábanas y cualquier elemento nuevo que sirva, son parte de los artículos que está recolectando la Seremi de Desarrollo Social en su campaña de invierno "Noche digna", que pretende canalizar los esfuerzos de empresas e instituciones con el fin de transformar la palabra solidaridad en un verbo activo.
Este esfuerzo va mucho más allá de los aportes que puedan realizar las diferentes instituciones adherentes a esta cruzada. Un nuevo objetivo es que representantes y ejecutivos sean parte de la distribución de sus donaciones en los albergues, y así conozcan de cerca una realidad que a veces parece muy lejana.
Como seremi de Desarrollo Social de Antofagasta, queremos accionar y tener una serie de socios estratégicos para entregar un invierno más seguro a cientos de personas que no tienen un techo donde dormir y que claman en silencio por ser tratados con dignidad.
Ya se sumaron el CDA, Aguas Antofagasta y los colegios San Luis y The Giant School a esta campaña y esperamos que sean muchos más quienes asuman un mayor protagonismo social, a fin de estar preparados para cuando llegue la estación más fría del año.
Aquí todos pueden aportar, ya que pretendemos replicar esta iniciativa con más fuerza y diferentes matices cada año, apelando al sentido de preocupación social manifestado por el Presidente Sebastián Piñera.
Antofagasta y Calama serán los centros neurálgicos de la cruzada, pero la intención también es llegar a los rincones más alejados de la región. Nadie sobra y ése es el gran valor que tiene esta instancia que va en beneficio directo de uno de los sectores más desprotegidos de la ciudadanía.
Si bien la entrega de ropa de abrigo es parte esencial de las donaciones, igual de importante es recolectar jabón, champú y máquinas de afeitar, entre otros artículos, para la presentación de estas personas. Eso además es un potente estímulo para mejorar la autoestima de quienes están en situación de calle.
Los pobres no pueden esperar, por eso trabajamos con ahínco para devolver la dignidad a aquéllos que sufren en silencio. Ese es nuestro norte y aún tenemos mucho por hacer.
María Fernanda Alcayaga T.
Seremi de Desarrollo Social