Después de meses de discusión en el Congreso y décadas de espera, es promulgada la Ley de Universidades del Estado de Chile, la que es posible gracias al trabajo de quienes integran nuestras comunidades universitarias, así como de autoridades y parlamentarios.
Esta Ley especifica que es el Estado el que asume el rol principal de garantizar el desarrollo de las Universidades, amparando la descentralización del país, la generación de conocimiento útil y de carácter público, junto con impulsarlas para convertirse en polos de innovación y progreso social. Cabe destacar que desde el año 1997 el Programa de Mejoramiento de la Educación Superior, ha permitido que nuestras casas de estudios avancen en la calidad de la educación, revirtiendo la competencia desigual a la cual se vieron expuestas las Universidades del Estado.
Quienes hacemos ciencia sabemos que para explicar una realidad compleja, se necesitan múltiples miradas y que por lo tanto, el camino del futuro es la multidisciplinariedad y la colaboración. Justamente, esa es la senda que seguimos hoy las Universidades del Estado, pues asumimos que nuestra riqueza está en sumar y no en competir.
Esta ley nos entregará un nueva gobernanza basada en la participación ponderada de todos los estamentos universitarios, lo que implicará que exista un mayor compromiso y colaboración en el trabajo que desarrollamos como Universidades del Estado, fortaleciendo la educación pública y aportando a la agenda de nuestro país. También podremos aumentar nuestra matrícula más allá del 2.7% avanzando hacia un sistema de provisión mixta. Junto con lo anterior, existe un Fondo de Fortalecimiento que nos permitirá crecer con calidad y equidad, respondiendo a las demandas actuales y futuras de cada uno de los territorios.
Las Universidades del Estado, estamos llamadas a influir en la agenda nacional y aportar desde nuestro quehacer en la creación de políticas públicas, con más fuerza debemos vincularnos con los servicios, las seremis, las municipalidades y los ministerios para trabajar en conjunto y producir una sinergia positiva, así, nos los demanda la comunidad a quien en definitiva, nos debemos.
Hoy, el concepto de Universidades del Estado recupera el sentido que tuvo hace muchos años, es decir, volver a ser los lugares de encuentros, de diálogos pluralistas propositivos y colaborativos. Está comenzando una nueva era, en la cual, el sentido "de lo público" comienza a tomar una nueva visión que es cada día más apreciada y valorada por toda la sociedad.
Luis Alberto Loyola
Rector de la Universidad de Antofagasta