Es muy probable que la manera en que el Papa Francisco ha resuelto abordar los escándalos sexuales en la Iglesia Católica chilena, sean materia de estudio posterior y una especie de adelanto de lo que podría ocurrir en otros países que enfrentan investigaciones similares.
No es necesario poner en entredicho la infabilidad del Pontífice. Francisco cometió un error al ponderar el problema y las acusaciones, pero también fue víctima de engaños y mala información entregada por la propia curia nacional, parte de la cual estaba directamente involucrada en los encubrimientos y otra, desoyó los pedidos de ayuda o prefirió silenciar la vergüenza de las imputaciones.
Como se recordará, Francisco emitió una polémica declaración en Iquique, última parada de su viaje por Chile. "El día que me traigan una prueba contra el obispo (Juan) Barros, ahí voy a hablar... No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia", acusó entonces. Después, suponemos, con más antecedentes, sus palabras fueron muy distintas. En una carta enviada a la Conferencia Episcopal de Chile, el Sumo Pontífice pidió perdón a todo el que pudiese haber ofendido y dijo sentir "dolor y vergüenza".
Entonces pasó a las acciones, entre las que se contó la renuncia de todos los obispos nacionales.
Asimismo, la visita de monseñor Charles Scicluna y el sacerdote Jordi Bertomeu, enviados especiales del Papa Francisco para la misión pastoral en las diócesis de Santiago y Osorno, es concluyente respecto del estado de esta entidad.
Todo apunta a una profunda transformación que ineludiblemente debe ir más allá de más salidas -o vía libre a las renuncias-, porque la situación eclesial, debe ser más espiritual, más de fondo.
Lo destacable. Hay acciones concretas, muchas dolorosas, pero necesarias. A contrapartida, en muchas otras instituciones las complejidades y escándalos, se esconden, niegan o incluso premian.
Para aprender. La transparencia de las instituciones y del actuar, debe ser una constante; el asumir los errores, dar la cara, es una imperiosa necesidad en el complejo mundo de hoy.