¿Quién cuida del patrimonio?
Con indignación nos hemos enterado a través de las redes sociales que, desde la salitrera Pedro de Valdivia, ha sido sustraída la placa conmemorativa de cobre, aquella de la estrofa del Himno Nacional, ubicada en plena plaza de la oficina salitrera, aprovechando la soledad y el abandono. Se arrancó de cuajo, utilizando maquinaria. Así mismo, también de cuajo sintieron los "pedrinos" que les arrancaban un trozo de su historia, esos mismos "pedrinos" que hace poco acudieron a celebrar el centenario de su terruño, en caravana de buses, con hijos y nietos. Y volvieron a recrear, a recordar, a revivir y sentirse felices con los suyos.
¿Qué destino tendrá dicha placa? Lo más probable es que manos indignas la fundan para recuperar y vender el cobre. Pero ¿recuperaremos la historia? No, lamentablemente esa se pierde y quedan sólo fotos, tal como ha ocurrido con tantos monumentos desaparecidos en Antofagasta, que han sucumbido a robos, a falta de mantención, ante la mirada impávida de las autoridades. ¿Qué pasó con el Niño de Bruselas, los Luchadores Griegos y tantos otros?
Aún no recuperados de lo ocurrido en la pampa, nos llegan fotos del mural que pintó el ya destacado muralista antofgastino Luis Núñez San Martin en Santiago, en el tradicional Barrio Lastarria, donde despertó mucha envidia. A los pintores santiaguinos les dolió que un "afuerino" fuese a desarrollar tan linda obra. Nuevamente, manos indignas dañaron con pintura blanca los rostros de dicho mural. Lo peor fue ver a supuestos "artistas" llamando a esa acción descabellada, una "acción de arte". Hago el llamado a esos seudoartistas, a cuestionarse por qué un "afuerino", sin estar inserto en su medio, es capaz de hacer esta obra, como dicen los jóvenes, en su cara. La respuesta es una sola: talento.
Desde acá vayan mis respetos a Luis Núñez San Martín quien, con su arte, se ha abierto paso en las artes visuales de Antofagasta y de Chile.
Don Andrés, ¿qué diría usted?
Claudio Tapia