Mauricio Mondaca
Un cabezazo letal de Samuel Umtiti en los albores del segundo tiempo le bastó a Francia para su el pasaporte a la tercera final de su historia en la Copa del Mundo, al imponerse por 1-0 a Bélgica.
En un saque de esquina ejecutado por Antoine Griezmann a los 51 minutos, Umtiti consiguió anticiparse a Marouane Fellaini, custodio del primer palo. El zaguero del Barcelona saltó y le remató en las narices al arquero Thibaut Courtois, quien simplemente levantó las manos en un intento infructuoso por impedir que el balón entrara a las redes.
"Estoy enormemente orgulloso", expresó Umtiti en la cancha del estadio de San Petersburgo. "Trabajamos muy duro, unidos. Fui yo quien anotó pero todos hicimos un gran partido".
La pelota parada
Y por enésima vez en este Mundial, una jugada de pelota detenida resultó crucial. Esta vez definió a un finalista, y Francia chocará el domingo por el título en Moscú con Inglaterra o Croacia, que se medían en la otra semifinal también en la capital rusa.
"Fue una cuestión de detalles", valoró el estratega de Bélgica, Roberto Martínez. "Desafortunadamente para nosotros, nos pegaron en una situación con pelota parada".
"Fue un defensa quien anotó el gol, y eso que tuvimos mucho trabajo a la defensiva", resaltó el técnico francés Didier Deschamps. "Me quito el sombrero ante mis jugadores y mi cuerpo técnico", agregó.
En busca de instalar a los belgas en la primera final mundialista de su historia, Martínez tomó la arriesgada decisión de colocar de inicio una línea de tres defensores para enfrentar a uno de los equipos con más talentos individuales en este certamen. Y los "Diablos Rojos" generaron peligro en la primera mitad con dos disparos de Eden Hazard y un zurdazo de Toby Alderweireld desde las inmediaciones del área, que el arquero francés Hugo Lloris desvió de manera providencial con las dos manos.
Francia se decidió por apostar más desde el inicio a la contra y amenazó con disparos de Griezmann y escapadas de Kylian Mbappé, la sensación francesa de 19 años.
El tanto francés no hizo sino radicalizar las respectivas estrategias. Golpeados, los belgas se lanzaron en forma desbocada en busca del empate. Pero Francia se organizó mejor atrás y apostó a alguna transición rápida que les permitiera ampliar el marcador.
Por desesperación o el cansancio que derivó de un encuentro disputado a un ritmo muy dinámico, las aproximaciones belgas fueron generando cada vez menos peligro.
"Es algo excepcional. Estoy muy contento por mis jugadores, que son jóvenes pero tienen un gran carácter", destacó Deschamps.
En la primera final de su historia, Francia se coronó como anfitriona en 1998, merced a una goleada por 3-0 sobre Brasil, en aquella noche en que Ronaldo apareció con un rendimiento fantasmal. En Alemania 2006, sucumbió por penales ante Italia, tras el infame cabezazo que recibió Marco Materazzi y que significó la expulsión de Zinedine Zidane y su despedida de los mundiales.
Habrá por lo tanto cierto deseo de reivindicación en la selección francesa. Deschamps fue parte del plantel campeón en 1998, y ahora está a las puertas de dos logros significativos.
El primero es de índole individual. Podría ser apenas la tercera persona en coronarse en la Copa del Mundo como jugador y técnico, algo que sólo consiguieron Mario "Lobo" Zagallo con Brasil (1958 y 1962 jugando y 1970 dirigiendo) y Franz Beckenbauer con Alemania (1974 y 1990).
Francia quedó a un paso de alcanzar a Uruguay y Argentina con dos títulos en su haber. Se sumaría así al exclusivo club de los multicampeones, al que pertenecen también Brasil (5), Italia (4) y Alemania (4).
El lamento belga
Bélgica se quedó en el camino de la historia. Y aunque disputó la segunda semifinal mundialista en su historia, cayó tal como le ocurrió en México 1986 ante Argentina y un Diego Maradona en pleno esplendor.
Los belgas no ostentan un solo título de relevancia en sus vitrinas, y seguirán esperándolo pese a mostrar uno de los rendimientos más vistosos de este Mundial, en el que habían ganado todos sus partidos.
Copa del Mundo tiene Francia en sus vitrinas. La alcanzó en su casa en la edición del año 1998. 1