Jóvenes universitarios valoran aporte de programas de ingreso alternativo
APRENDIZAJE. Propedéuticos logran positivos resultados para el acceso, retención y titulación de jóvenes talentosos provenientes del sistema público.
Mitzú Muñoz, es una joven estudiante de último año de Psicología de la Universidad Católica del Norte (UCN). Ingresó al programa de educación Delta, de esta misma casa de estudios, cuando tenía 11 años.
Estudiaba en la Escuela D-90 República de Argentina. Sus profesores vieron en ella un gran potencial, no tan sólo por sus excelentes notas, sino además por esa permanente inquietud de conocer más. Ávida por saber y aprender, Mitzú dice que entrar al programa la ayudó no sólo a fortalecer aspectos cognitivos sino también habilidades sociales.
"Para potenciar el desarrollo cognitivo el Delta es una muy buena oportunidad. Aprender sobre las ciencias humanas, las categorías más científicas de las ciencias duras como las matemáticas, pero también el área artística, teatro, literatura, escultura, pintura e incluso deporte. Se puede probar una amplia gama de saber y disciplina", dijo.
Y destaca otro punto importante: "El desarrollo socio emocional de los chicos y chicas, y una cosa importante también son los lazos emocionales que se crean. Hacer amigos y conocer niños que comparten sus mismos intereses".
Explicó que por lo general en los niños que poseen ciertos talentos y habilidades hay muchos procesos que se dan de manera distinta. Sin embargo, manifiesta que "el hecho de tener una madurez presente a una cierta edad hace que las personas te traten como un adulto, pero sigues siendo un niño y al mismo tiempo estás pasando por los procesos normales de cualquier otro niño. Si bien los niños Delta pueden tener ciertas capacidades y potencialidades de desarrollo, siguen siendo niños y muchas personas lo olvidan".
Estímulos
El programa Delta, busca desarrollar y estimular en los niños y jóvenes con talentos académicos, sus habilidades intelectuales y socio afectivas, contribuyendo a la formación de personas creativas, críticas, propositivas, proactivas, éticamente responsables, socialmente comprometidas y afectivamente integradas.
Trabajan con cerca de 400 estudiantes al año, entre sexto año de Enseñanza Básica y cuarto año de Enseñanza Media, los que destacan por su potencial y habilidades generales o específicas en las áreas de Ciencias Básicas y Naturales, Ciencias Sociales, Humanidades e Ingeniería y Tecnología.
Son niños con un gran potencial, pero que no encuentran en el modelo educativo formal de educación un lugar donde satisfacer todas sus necesidades de aprendizaje.
"Es un sistema alternativo de educación, que permite un mayor desarrollo en los niños que se ven coartados en el sistema formal. Por ejemplo, las normas y la cantidad de alumnos por curso, limita la oportunidad de experimentar y el Delta -en contraparte- da la posibilidad de conocer en profundidad múltiples disciplinas", manifiesta la estudiante quien ahora a sus 22 años hace clases en el Delta.
Modelo
El programa se sustenta en el Modelo de Triple Enriquecimiento, desarrollado en la década del 70 por Joseph Renzulli con la intención de favorecer el talento creativo y productivo de niños y niñas.
Renzulli considera que existen muchos tipos de inteligencia y que esta no es una entidad unitaria.
Él señala que las personas que han logrado ser reconocidas por sus desempeños poseen tres características relacionadas y entrelazadas entre sí: habilidad por sobre el promedio, compromiso con la tarea y creatividad.
Mitzú era una pequeña que se aburría en clases porque estaba más adelantada.
"En una escuela o liceo público estás con muchos compañeros y es un solo profesor que tiene que dar respuesta a todos. No tienen los mejores recursos, aunque el profesor tenga una enorme vocación, las trabas del sistema no permiten responder".
Cuenta que a veces ella había leído sobre algo y luego lo pasaban en clases. "Sobre todo en la básica nunca me esforcé en estudiar, porque seguía teniendo buenas notas. Al entrar a la universidad y adquirir un ritmo de estudio fue algo que me costó bastante porque nunca había tenido un hábito", asegura.
Así como el programa Delta, ofrece la oportunidad para que los niños y niñas que vienen de escuelas públicas potencien sus habilidades, lleguen a la universidad y logren ser profesionales integrales con amplias competencias, la Universidad de Antofagasta también se encuentra desarrollando una alternativa.
Excelencia
Se trata de un propedéutico que busca ampliar el acceso, retención y titulación de jóvenes talentosos que actualmente no podrían acceder al sistema de educación superior vía PSU, pero que al estar entre el 10% y el 5% mejor evaluado de sus colegios y liceos, tienen el potencial para cursar exitosamente la universidad.
Quienes ingresan son seleccionados de los liceos vulnerables por excelencia académica. Tras esto, durante 4 meses (segundo semestre académico), antes de iniciar su vida universitaria, deben asistir a clases regulares los sábados en las dependencias de la universidad. Los módulos desarrollados son Matemáticas, Lenguaje y Gestión Personal. Estos módulos son evaluados y se exige 100% de asistencia.
Nicolás González, cursa Ingeniería Civil Industrial. Estudió en el Liceo Politécnico de Antofagasta. Cuenta que la experiencia lo ayudó mucho "porque los estudiantes que nos hacían clases, nos contaban sus experiencias estando en la universidad, cómo iban a ser nuestros primeros días y que si nos iba mal no nos preocupáramos porque eran cosas normales en la universidad. En cuanto a las materias, en lenguaje y matemáticas íbamos muy mal preparados a la universidad, todo lo que nos faltaba lo aprendimos en el propedéutico".
A su juicio es mejor que un preuniversitario, porque les enseñan lo que realmente deben saber, no solo el conocimiento para rendir la PSU y entrar la universidad, sino para mantenerse en una carrera.
"En el propedéutico no es tan necesario que nos vaya bien en la prueba, porque después nos hacen ingresar a un bachillerato que es una nivelación para entrar a la universidad. No ingresamos directamente a la carrera, sino a un bachillerato, por lo que no es necesario tener mucho puntaje en la PSU. Entramos con la beca propedéutico, la cual nos cubre la carrera completa, arancel y matrícula, teniendo un nivel de aprobación de ramos del 60%", detalla.
"El Delta trabaja con niños que se ven coartados en el sistema educativo formal".
Mitzú Muñoz, Ex estudiante Delta UCN"
"En el prope- déutico no solo nos preparan para entrar a la Universidad sino además para mantenernos".
Nicolás González, Ex estudiante Propedéutico UA."
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