ATI: "Podemos disminuir la presencia de polvo, pero no cambiar su composición"
CONTAMINACIÓN. Empresa presentó un recurso de reposición frente a la orden de limpiar la zona aledaña al puerto, dictada por la SMA.
Antofagasta Terminal Internacional (ATI) presentó un recurso de reposición frente a la medida provisional de realizar una nueva limpieza en la zona aledaña al Puerto de Antofagasta, ordenada por la Superintendencia de Medio Ambiente.
Dicha medida fue instruida por la SMA el 23 de julio, en vista de que la primera acción de limpieza, realizada por ATI en enero, no redujo las concentraciones de metales pesados existentes en el área urbana cercana al terminal.
"No nos estamos negando a una nueva limpieza. Lo que estamos planteando es que el resultado que pretende conseguir esta resolución no es posible de alcanzar, ya que exige reducir las concentraciones de metales pesados presentes en el polvo, lo que en la práctica significa modificar su composición, lo que técnicamente es incumplible. Por lo tanto, esperamos que la SMA pueda anular la medida o al menos modificar este punto para aclarar sus alcances", afirmó el gerente general de ATI, Enrique Arteaga, en un comunicado de prensa.
Arteaga asegura que si la empresa hiciera hoy la limpieza en los términos exigidos por la Superintendencia, no tendría el efecto que busca.
"Podemos disminuir la presencia de polvo, pero no cambiar su composición", dijo.
La empresa propuso anular la medida o reemplazar la comparación de concentraciones por la comparación de cantidad por metro cuadrado de polvo, antes y después de una eventual ejecución de la limpieza.
Respecto de los cargos formulados en otra resolución de la SMA, notificada el 20 de julio, Arteaga recordó que se trata de situaciones registradas en 2015 y 2016 que ya fueron abordadas, lo que se acreditará en la respectiva presentación de descargos ante la SMA, como lo dispone la ley.
El origen de la medida provisional
La obligación de limpiar la zona aledaña al puerto fue dictada por la SMA en agosto de 2015, y responde a la detección de altas concentraciones de cobre, plomo, zinc y arsénico, "todos metales asociados a la actividad portuaria". En esa ocasión además se impuso a la empresa una multa de $886 millones, la cual luego fue rebajada a $271 millones. Ésta ya fue pagada.