"Creo que este hospital se echó
Las dificultades que experimentó el nuevo Hospital de Antofagasta durante sus primeros meses de funcionamiento, tienen para el director del Servicio de Salud, Héctor Andrade, una explicación clara: el centro asistencial no fue sometido a las pruebas necesarias antes de comenzar a atender pacientes.
Andrade, ingeniero comercial de profesión y exdirector del Hospital de Calama, cree que el proceso de puesta en operaciones se llevó a cabo con apresuramiento y sin incluir la mirada técnica necesaria, lo que condujo a problemas que pudieron evitarse.
La autoridad, que asumió en marzo su cargo al frente de la red, explicó que hoy los problemas ya fueron superados o están en vías de serlo.
¿Cómo evalúa el funcionamiento del hospital concesionado?
-La concesión hay que separarla en dos partes, una es la construcción y otra la operación, y la fase de operación no ha estado exenta de problemas. Pero la filosofía que hemos adoptado es preocuparse del problema y eso ha permitido que las cosas que no estaban resueltas, tengan una fecha de solución, porque se está trabajando en ello (…) A su vez, dentro del sistema de concesiones, hay un sistema de evaluación formal de la calidad de los servicios que provee la concesión. Producto de esa evaluación si se cumplen determinados porcentajes, 75%, se establecen planes de mejora, y si es menos de 75%, necesariamente la concesionaria tiene que solucionar esos problemas con acciones concretas, por lo tanto yo soy optimista que este sistema cada vez irá funcionando mejor.
¿Esa evaluación cuándo corresponde realizarla?
-A los seis meses, es decir nosotros debiéramos hacer una evaluación formal a fines de agosto o principios de septiembre.
¿Quiénes participan?
-Existe un sistema de información, es decir, las solicitudes que se hacen quedan registradas y sus soluciones también, pero además se diferencian los tipos de requerimiento, porque es distinto tener problemas en el aseo del estacionamiento del hospital que en el aseo de los pabellones. Eso permite objetivar las cifras. No es que intervenga una comisión y evalúe, sino que hay un sistema objetivo que va evaluando.
¿Qué aspectos son los más importante en esa evaluación?
-Son los niveles de criticidad de los servicios, todos los servicios de apoyo clínico son los que presentan mayor porcentaje, los complementarios tienen menor porcentaje.
¿Lo que hemos conocido hasta ahora, como los problemas en el sistema informático, cuánto influyen en la evaluación?
-El sistema informático tiene un efecto en la atención de los pacientes, si se cae y yo no puedo atender cien pacientes que estaban citados, por supuesto que el efecto es más grande. Y eso se registra. Ahora, el sistema informático está en proceso de solución, es decir, no es que se esté pensando en la solución. Se hizo la auditoría externa, se implementaron mejoras que permitan aislar los problemas que pueda tener el sistema, cuestión que no existía cuando ocurrió el black out. Yo pienso que cualquier sistema puede tener problemas, pero la organización debe tener la capacidad de ver dónde está ese problema y aislarlo, para que no afecte a la totalidad. Eso ya se solucionó y seguimos trabajando en el apoyo a la gestión médica.
Apresuramiento
¿Cómo definiría esta marcha del establecimiento?
-Yo creo que este hospital se echó a andar en forma apresurada, debería haberse hecho una marcha blanca, una prueba de sistemas, por ejemplo, sin pacientes, y no esperar que estuvieran los pacientes y ver qué podía pasar.
¿A su juicio cómo debió haber sido entonces?
-Debió hacerse una marcha blanca en el hospital sin pacientes verdaderos que permitiese probar los sistemas informáticos, los gases clínicos, la climatización del hospital.
Yo no estaba en esa época, pero nos consta que se produjo el traslado y cuando ya estaba el hospital funcionando, empezaron a ocurrir estos problemas.
¿Por qué cree que se hizo así?
-No podría dar una explicación.
Venía un cambio de gobierno y una elección…
-Puede ser uno de los factores, claro: apurar, entre comillas, la entrega antes del cambio de gobierno, puede ser, no podría afirmarlo. Pero eso no quita que nos hayamos hecho cargo de los problemas y los estemos solucionando, que es lo que estamos trabajando ahora.
Si esto fuese así, se trataría de una situación bastante irresponsable, porque se puede afectar la salud de un paciente trasladándolo a un hospital que no está totalmente probado...
-Hay dos cosas, uno lo que hace es probar el sistema en sí, que eso se hizo. Lo otro es probar cómo funciona el hospital en su conjunto con pacientes de verdad, eso es lo que yo creo que faltó. Esto nos sirvió de ejemplo para el hospital de Calama, que ha tenido un poblamiento paulatino, partimos con la atención ambulatoria y vamos a terminar con la atención cerrada a fin de mes. En Calama además hicimos una prueba de black out precisamente para evitar que nos pasara lo mismo que en Antofagasta.
¿Hubo deficiencias de fiscalización en la etapa constructiva también?
-Sin duda, hay un informe de Contraloría que da cuenta que no se cumplieron ciertos requisitos técnicos que se están subsanando en este momento, entonces si uno lo ve desde el punto de vista que toda obra debe tener un proceso de recepción, uno podría decir que faltó acuciosidad.
Pero hay que tener la tranquilidad de que el MOP ya dijo que esos problemas se están solucionando y con cargo a la concesionaria.
¿Cómo han asumido los funcionarios este cambio al modelo concesionado?
-Ahí quiero destacar a los funcionarios de salud, independiente de la situación de la concesión, creo que la gente que trabaja en salud lo hace más que por un sueldo, por la satisfacción de poder atender, y sin duda el hecho de trabajar en un hospital nuevo, con un sistema nuevo, pero además con personas nuevas, es un gran cambio, y ese gran cambio obvio que provoca dificultades. Sin embargo, pese a todo eso, la actitud del personal ha sido digna de destacar. Ha habido problemas, pero estoy seguro que si los funcionarios hubieran tenido una actitud negativa, esos problemas serían mayores.
¿De esta experiencia se concluye que el modelo de concesiones tiene espacio en la salud pública?
-Yo creo que sí, y a lo mejor de lo que hay que hablar es de una alianza público-privada. Está demostrado que el metro cuadrado de los hospitales construidos bajo el modelo concesionado es menor al del modelo normal. El otro factor importante es que el hospital público tenía un grave problema con el equipamiento, que constantemente hay que renovarlo. Y hoy el contrato de concesión incluye la renovación de los equipos. Entonces cuando hablo de alianza, no descarto que siga haciéndose, porque en algunos sectores ha demostrado que es exitoso.
a andar en forma apresurada"
"Debió hacerse una marcha blanca sin pacientes verdaderos que permitiese probar los sistemas informáticos, los gases clínicos, la climatización del hospital"."