El precio del cobre se derrumbó el miércoles un 3,57% -su mayor baja en más de un año-, ubicándose en los US$2,65 la libra, dando cuenta del daño severo de la "guerra comercial" en los commodities.
En términos simples, la aplicación de aranceles a distintos productos, especialmente por parte de Estados Unidos y China, impactará en la economía, afectando la cantidad de bienes demandados, lo que está afectando, entre otros, al cobre. La ecuación es simple: Menor crecimiento, menor construcción, ventas y negocios.
En este marco, al menos se cuenta con una buena noticia, derivada de las negociaciones entre Minera Escondida y el Sindicato. Debe decirse, la posibilidad de huelga era mala para el país, pero especialmente negativa para nuestra región. Los efectos de las movilizaciones concretadas a inicios del año 2017 se perciben hasta hoy y fueron especialmente nefastas para el comercio.
Porque es evidente que ese yacimiento es la principal actividad primaria de la región y especialmente de la ciudad de Antofagasta, que se ha desarrollado de la mano de esa faena que cumple 27 años.
De allí que el acuerdo -que debe ser refrendado por las bases- sea una esperanzandor, toda vez que resta una incertidumbre importante y se convierte en una señal que debiera aligerar varios proyectos e inversiones que estaban en espera de esta solución.
Evidentemente con el tiempo se tendrán que sacar conclusiones. Por lo pronto, llama la atención la enorme diferencia existente entre el actual gobierno y el anterior en materia de involucramiento y ayuda para buscar una solución conversada.
En otro momento será necesario evaluar el impacto de la nueva relación laboral. Autoridades, trabajadores y empleados deberán revisar qué puede sacarse en limpio.
Lo mismo con los efectos de la globalización en las relaciones que las compañías mundiales tienen con sus trabajadores y comunidades. Y BHP tiene mucho que indagar en tales aspectos.
Son muchas las tareas por delante y para eso se requerirá buena información y mejor diálogo.