"El gran problema que tenemos como país es no considerar la educación como un derecho"
Corría el año 1962 y mientras gran parte del país presenciaba las transmisiones radiales o televisivas del Mundial de Fútbol, un estudiante de tercer año de Química del Colegio Universitario Regional de Antofagasta se convertía en alumno ayudante de su área. Esa sería la primera incursión académica de Luis Alberto Loyola Morales, quien medio siglo después se transformaría en el rector que más años ha dirigido dicha casa de estudios, hoy rebautizada como Universidad de Antofagasta (UA).
Loyola asumió la semana pasada su cuarto (y último) periodo como rector de la institución, el que se extenderá hasta 2022. "He crecido profesionalmente y lo que estoy haciendo ahora es devolver lo que recibí de esta universidad, entregarme por entero para que crezca, se desarrolle, se modernice y esté de acuerdo a los tiempos", dijo.
Trayectoria
Luis Alberto Loyola entregó y sigue entregando su vida a la institución. De hecho, explica con orgullo que, además de formarse en sus aulas, nunca ha realizado actividad profesional fuera de la UA.
"Creo que lo más importante de mi desarrollo en esta universidad es que he crecido como persona, también desde el punto de vista profesional. Antes la sede regional de la Universidad de Chile me becó para hacer un programa de formación de investigación y posteriormente un doctorado en ciencias químicas", explica.
¿Hubo antes otro rector con tanto tiempo presidiendo la UA?
-Don Jaime Godoy dirigió esta universidad por dos periodos, o sea ocho años, por lo que soy el único que acumula cuatro periodos, pero a nivel país hay varios rectores que fueron reelectos por cuarta vez. En la última ocasión fui solo, pero será mi último periodo.
¿Haciendo una pequeña síntesis, qué reflexiones le deja haber dirigido por tanto a la UA?
-Aprendí que los éxitos se consiguen en la medida que hay compromiso de quienes formamos comunidad. Esta nueva gestión se caracteriza por la colaboración de todos los estamentos. Si tú, por ejemplo, quieres fortalecer la formación de pregrado y postgrado, ahí caben directamente los académicos, ese fortalecimiento implica innovación, un rediseño curricular, un proyecto educativo distinto al que teníamos hace 10 años.
¿Cómo evalúa el efecto de la gratuidad en la enseñanza de estudios superiores?
-Uno de los grandes problemas que hemos tenido como país es no considerar a la educación como un derecho. Si lo fuera, el Estado tiene la obligación de otorgar todas las condiciones para que un estudiante pueda seguirse educando, así como lo hacemos con la enseñanza básica, que es gratis.
Hoy en la educación superior hemos avanzado porque hasta el sexto decil hay gratuidad, o sea el acceso mejoró, pero se presentan dificultades, por ejemplo, que el alumno debe mantenerse (estudiando) y como hay una brecha entre un colegio privado y estatal, además hay nivelarlos. No solo hay que trabajar en el acceso y financiamiento, sino que en la trayectoria del alumno.
¿Cuántos alumnos de la UA están con gratuidad?
-Tenemos alrededor de 35% de estudiantes en gratuidad. Somos una de las universidades que tenemos menos alumnos beneficiados porque el producto bruto de la zona, el ingreso per cápita, es alto, y estamos hablando de un ingreso familiar promedio para un sexto decil de $170 mil, que en Antofagasta se logra, entonces los alumnos quedan fuera.
Pero eso no significa que tengan la capacidad de financiarse sus estudios. Aún la educación superior es de alto costo. Hay universidades en otras zonas, como La Araucanía, en que el 85% de los estudiantes tiene gratuidad.
¿La oferta académica de la universidad se condice con las necesidades de la región o del país?
-Como universidad del Estado debemos tratar de cumplir las políticas públicas. Y en ese contexto hay grandes necesidades como país y como región. Entonces atendemos ambas. Uno de los temas de gran relevancia a nivel país es la formación en las áreas de salud y educación. En todas las regiones hay déficit de eso. Pero también atendemos situaciones locales, estamos en una zona minera y por ello tenemos una facultad de ingeniería importante para formar a profesionales en ese ámbito.
Movimiento
¿Qué piensa sobre el petitorio del movimiento feminista?
-Es un tema relevante, que tiene que ver con la equidad de género y la inclusión, en suma, los derechos humanos.
Nosotros hemos trabajado esos temas pero no de la forma que se requiere. Ahora eso es prioritario y, de hecho, vamos a generar una Dirección de Inclusión y Equidad de Género en nuestra institución, por lo tanto dentro de la formación que daremos a los estudiantes incluiremos la equidad de género y la inclusión. No es un tema de interés pasajero y lo debemos establecer, es un tema que viene para quedarse, y debemos reconocer que si ha habido atropellos, es la institución la que debe poner atajos. Eso estamos haciendo.
"Tenemos alrededor de 35% de estudiantes en gratuidad. Somos una de las universidades que tenemos menos alumnos beneficiados porque el producto bruto de la zona, el ingreso per cápita, es alto"."