Jonathan Villella Coyán
Un explosivo aumento de casi el doble (82,5%) experimentaron las denuncias por violación en la región de Antofagasta, según se desprende de la plataforma digital de la Subsecretaría de Prevención del Delito.
De acuerdo a los datos publicados en ese sitio, mientras el año pasado ingresaron 40 denuncias -con un promedio de 3,3 por mes-, a julio de este año ya fueron contabilizados 33 casos, con un promedio mensual de 5,5 denuncias.
La cifra toma especial cuidado al considerar que en al menos el 80% de este tipo de delitos están involucrados menores de edad, desde los tres hasta los 15 años. En la mayoría de los casos, el victimario era cercano a la víctima.
Denuncias
Para el jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y de Menores (Brisexme) de la Policía de Investigaciones de Antofagasta, Héctor Mena, este aumento puede explicarse por varias razones.
Entre éstas, destacan denuncias realizadas efectivamente en la ciudad, pero cuyo delito ocurrió en otra región o bien, al considerar, dentro de la estadística, las comunas aledañas.
"Hay que hacer un pequeño desglose respecto a cada caso en especial, porque puede ser que el caso se denuncie en Antofagasta, se ingrese en la fiscalía de Antofagasta, pero ocurrió en otra región del país, algo que nos sucede habitualmente", comentó.
Asimismo, acotó que también se puede dar el caso de denuncias que se hayan realizado actualmente, pero donde el delito o el hecho mismo pasó hace 15 o 20 años.
"El lunes tuvimos un caso de un abuso sexual que denunció un hecho ocurrido hace 25 años. Entonces, claro, ingresa a la fuente de datos como un abuso sexual denunciado en Antofagasta, pero no ocurrió específicamente este año. Eso puede llevar a una distorsión de la cifra total", precisó.
Respecto al hecho que los menores de edad serían el principal foco de este tipo de delitos, el comisario comentó que existe un componente transversal a todo tipo de abuso sexual, que tiene que ver con el círculo de confianza donde se cría el niño.
"El delito sexual en sí, tiene una característica que es transversal y que tiene que ver con que la mayor cantidad -cualquiera sea el tipo-, son intrafamiliares, o sea, ocurren al interior del domicilio ¿Por qué? Porque ahí el niño está más vulnerable, porque el niño dentro de ese círculo de confianza no tiene todas las alarmas que tiene cuando anda en la calle, cuando está en el colegio o se desplaza en la noche", precisó Mena.
Acotó que dentro de este círculo de confianza, el niño no va a pensar que lo que podría hacerle un familiar, esté mal.
Indicadores
Sobre el punto, el sicólogo Cristian Astudillo, manifestó que como generalmente es dentro del círculo más íntimo del niño donde se produce este tipo de delito, es importante -como padres- estar atentos a los indicadores.
Dentro de este ítem, podemos encontrar dos: los de tipo físico (manifestaciones externas), o las de tipo sicológico dentro de los indicadores comportamentales.
"Dentro de los indicadores físicos a los que los padres deben estar atentos al momento de sospechar que su hijo puede ser víctima de abusos sexuales o una violación, están que el niño presente dificultad para sentarse, ropa interior rasgada, que se queje de dolor o picor en las zonas genitales, o presencia de sangre en los órganos externos, por ejemplo", sostuvo.
Agregó que "en tanto, dentro de los indicadores sicológicos, el cambio en la conducta del niño, es un potencial indicador de abuso, cuando viene acompañado de otros síntomas, como problemas para relacionarse o rechazo del adulto en cuestión".
Advirtió que se evidencian conductas no observadas anteriormente. "Se presentan cambios en la forma de relacionarse con los demás, puede ser agresión de desmotivación. Otra forma es una brusca baja del rendimiento escolar, los chicos o las chicas también se muestran desmotivados en sus estudios", complementó.
Acotó que en el caso de comprobarse la violación o abuso sexual, es importante el acompañamiento sicológico, incluso con la familia (ya que pueden ser realidades que golpean al núcleo familiar por primera vez), pero siempre y cuando se tenga certeza que el agresor sexual no pertenece al núcleo familiar.
Redes sociales
Mena también manifestó que actualmente está masificándose el concepto de abuso sexual impropio, lo que quiere decir que no necesariamente debe existir contacto físico para que se lleve a acabo el delito sexual. Que basta con solo entablar una conversación desde una red social.
"Hoy existe la figura de abuso sexual impropio, donde un agresor hace que un menor de edad tenga conductas sexualizadas sin llegar a tener contacto físico con él, por ejemplo, por intermedio de Facebook o Whatsapp, le puedo decir al niño que se saque fotos desnudo, que vea vídeos pornográficos, que filme uno, etc. (...) Lo mismo si yo como adulto hago que el niño o niña vea fotos mías estando desnudo, ahí, como adulto, estoy abusando del menor", dijo.
Héctor, Mena, jefe, Brisexme"
"En el domicilio el niño está más vulnerable, porque está dentro de su círculo de confianza y no tiene las alarmas encendidas".
Cristian, Astudillo, sicólogo"
"Es importante que los padres no tengan miedo de observar a sus hijos, de conocerlos y tomarlos en serio"."