Pablo Gutiérrez (33 años) es antofagastino y actualmente es controlador de tráfico aéreo en el Aeropuerto Andrés Sabella. Hace algunos días, junto a otros cuatro montañistas de la región y dos de Santiago, alcanzó la cima de la cumbre más alta de África, el Kilimanjaro (5.895 metros).
Los preparativos de esta hazaña comenzaron en abril de este año, cuando el mismo Gutiérrez publicó en su cuenta de Facebook la idea de viajar a Tanzania y ascender a la cúspide del continente africano.
Poco a poco el interés empezó a crecer y con el pasar del tiempo ya estaba todo absolutamente planificado.
Kilimanjaro
El sábado 18 agosto llegó a la cima del Kilimanjaro, ¿cómo fue todo el proceso para alcanzar esta importante hazaña?
-El primer día de viaje fue el 11 de agosto, tomando el vuelo desde Santiago a África, con escalas en diferentes partes, entre ellas Sao Paulo, Johannesburgo y Nairobi. Duró cerca de 33 horas, bastante pesado el trajín, además hubo atrasos.
Ya el 14 de agosto nos levantamos como a las 6 horas, desayunamos, juntamos todas las mochilas y nos estaba esperando un furgón que nos llevó a la base del Kilimanjaro para dar inicio a la expedición.
Aunque quiero destacar que para comenzar toda esta hazaña a la cima, primero tuvimos que pagar las tasas y permisos para entrar al parque nacional donde está el Kilimanjaro.
¿Quién o quiénes los estaban esperando?
-En aquel lugar estaban todos los tanzanos esperando subir con el respectivo grupo de montañismo, o sea nosotros. Estábamos obligados a subir con gente, guías, cocineros y porteadores (ayudan al montañista en el traslado a campamentos de altura, específicamente con el peso extra).
De cierta forma todo esto lo contratamos. Coordiné con la persona que fue de guía en África, principalmente el tema de la alimentación, días de estadía, itinerario de la expedición y programación de la ruta. En total gastamos aproximadamente dos mil dólares, que en pesos chilenos asciende a $1.376.000.
Hubo problemas para alcanzar la cumbre...
-En general a todos los campamentos a los que llegamos éramos los primeros. En realidad tenía súper buen ritmo de subida y de hecho los mismos guías nos decían eso. Generalmente caminábamos entre 4 y 7 horas diarias, dependiendo la complejidad del camino.
Experiencia
¿Cómo calificaría la experiencia de llegar a lo más alto del continente africano?
-Para nosotros la experiencia de escalar el Kilimanjaro fue demasiado increíble. Las personas que estaban con nosotros (tanzanos) eran muy amigables y felices, además eran muy preocupados de que no nos faltara nada.
Me gustó mucho el viaje y el paisaje, además la gente es increíble, una linda experiencia. Durante la expedición y en las caminatas, nos poníamos a cantar con los tanzanos y a tirar bromas, se nos pasaba muy rápido el tiempo, pese a que no todos hablaban inglés. La mayoría entendía con un gesto o señas.
El estilo de los tanzanos es súper humilde y muy dedicados al trabajo. Para muchos el Kilimanjaro es su principal fuente laboral, donde además pueden ganar mucho dinero.
Cuando llegó a la cúspide del volcán junto a su grupo, ¿de qué forma reaccionaron?
-Cuando llegamos a la cumbre (6.20 horas) todos estábamos muy contentos. Nos abrazamos y compartimos con otras personas que también lograron la cima. No obstante en la subida nos tocó mucho viento. Fácilmente había entre 17 y 20 grados bajo cero. La parte derecha de mi cuerpo, estaba todo escarchada. Aunque yo llegué unos 7 o 10 minutos después, porque pensé que un compañero venía detrás de mí y en verdad no me di cuenta cuando me pasó.
Retorno
Luego de llegar a la cima, ¿cómo fue el retorno?
-Después de haber logrado la cumbre, algunos bajaron más rápido que otros, por el frío que hacía. Yo no me vine tan apresurado. Cuando llegamos al campamento base nos tenían comida de celebración, papas fritas, naranja y sandías, entre otras cosas.
Quiero mencionar que para mí el Kilimanjaro es el comienzo del proyecto que tengo en mente. Quiero subir las siete cumbres más altas del mundo. Obviamente que el Everest también está dentro de nuestro objetivo, pero lo dejaremos al último por ser el más complicado y caro de todos.
Imagino que para ascender esta cumbre debió prepararse...
-En Antofagasta nos preparábamos haciendo ejercicio, ya que además hago harta bicicleta. También nos preparábamos subiendo otros cerros como el Toco (San Pedro de Atacama) de 5.600 metros, principalmente este lo hacemos días antes de ir a una cumbre alta, debido a que nos permite aclimatarnos de buena forma.
Además del Kilimanjaro, ¿ha tenido la oportunidad de escalar otras cumbres?
- El año antes pasado fui al sector del Ojos del Salado (Región de Atacama), la segunda cumbre más alta de Sudamérica Esa vez fui con Francisco Berríos, pero no pudimos llegar a la cima porque había mucho hielo y sólo alcanzamos los 6.600 metros. Unos días antes de subir el Kilimanjaro habíamos hecho cumbre en el Barrancas Blancas (Región de Atacama) de 6.119 metros.
¿Qué viene ahora?
-Quiero seguir escalando cumbres. En febrero estoy juntando un grupo para subir el Aconcagua y el próximo año esperamos trasladarnos a Alaska, para subir el Monte Denali (6.190 metros).
"Cuando llegamos a la cumbre está- bamos contentos. Nos abrazamos y compartimos con otras personas que también lograron la cima"."
"Quiero seguir esca- lando cumbres. En febrero estoy juntando un grupo para subir el Aconcagua. El 2019 esperamos subir el Monte Denali"."
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