Eugenio Sugg Gálvez
Conseguir el reconocimiento comunitario en torno a la limpieza de sus operaciones, lograr la modificación de la normativa sobre altura de ola y mejorar los resultados de la compañía son los tres grandes desafíos que enfrenta la actual administración de Antofagasta Terminal Internacional (ATI).
Así lo reconoció el gerente general de la concesionaria del Frente de Atraque N° 2 del puerto local, Enrique Arteaga, quien ayer lideró el cierre definitivo de la bodega TEGM para el acopio de concentrados minerales, operación que ahora se hará mediante contenedores de volteo.
Efectivamente, durante el primer semestre de este año, ATI logró aumentar su transferencia de carga en un 3% respecto del mismo período del año anterior, superando las 1,2 millones de toneladas. Lo anterior se explica -principalmente- por una mayor transferencia de contenedores, con un incremento de 5% respecto de 2017.
No obstante, Arteaga reconoce que el terminal aún está subutilizado y es "deficitario", por lo cual esperan avanzar rápido en los desafíos antes planteados.
¿Comparten el sentir de la comunidad en torno a la necesidad de operaciones limpias?
-Los temas ambientales son legítimos y compartimos la preocupación de la comunidad. Nosotros no solo estamos cumpliendo con el APL, sino también estamos proyectando esta nueva ATI y su renovada relación con la comunidad. Queremos ser un actor relevante y demostrar que realizamos una operación responsable.
El puerto de Antofagasta es fundamentalmente minero pero ¿No está en sus planes diversificar el tipo de carga?
-Este puerto está situado en una región minera y su propuesta de valor debe estar direccionada hacia ese sector que concentra el mayor nivel de actividad. Sin embargo, si logramos sacar adelante el proyecto de mayor altura de ola -levantando la restricción actual desde 1,5 metros a 1,75- eso nos permitirá hacer propuestas mucho más atractivas a las compañías navieras, ya que significaría dar seguridad a esas compañías que vamos a recibir sus barcos en las fechas acordadas, y eso significará mayor frecuencia de barcos y abrir la opción a nuevas cargas de importación y exportación que vienen en contenedores.
Competitividad
¿Qué significaría para el puerto modificar esa normativa?
-Sería un gran logro porque nos permitiría aumentar la competitividad del puerto, el muelle de ATI está subutilizado. Tenemos tres grandes desafíos como puerto para salir adelante: modificar la altura de ola, el año pasado estuvimos cerrados 90 días, con la nueva normativa podrías bajar a 30 y eso otorga confianza a los clientes; si logramos eso, vamos a mejorar los resultados del terminal que hoy es deficitario, porque ha tenido una baja utilización de muelle; y el tercero es el tema ambiental, que con las nuevas tecnologías implementadas, estoy seguro que vamos a superar.
Si logran esa modificación ¿Qué sigue para ATI?
-Si levantamos esa restricción vamos a salir en una campaña para capturar nuevos mercados. Lo primero que haremos será traer barcos portacontenedores, buques regulares de línea, que permiten planificarte semana tras otra.
La tendencia del transporte marítimo avanza hacia los grandes barcos portacontenedores cuyas dimensiones son cada vez mayores ¿Está preparado el terminal para atender este tipo de naves?
-Esa es una tendencia por un tema de economía de escala, pero hay que entender que los servicios navieros se diseñan considerando una serie de puertos y no todos tienen la misma capacidad para atender naves, por lo tanto no puedes pretender traer buques de 18 mil TEUS a Sudamérica porque no están todos los puertos preparados. La máxima eslora para el puerto es de 347 metros, cualquier iniciativa para aumentar esa capacidad pasa por invertir en infraestructura y grúas.
¿Están proyectadas inversiones de ese tipo?
-Si sacamos adelante el proyecto de la restricción de ola y traemos nuevos clientes, es muy probable que realicemos inversiones en grúas móviles, que tengan un mayor alcance ya que pueden llegar buques de 48 metros de manga, y también debiéramos invertir en mejorar nuestros procesos y productividad.
Buena parte del futuro del puerto parece estar supeditado a la modificación de la norma ¿En qué está ese proceso?
-Estamos en etapa de realización de pruebas, operando con un nuevo protocolo que nos exigió realizar 12 maniobras para las diferentes esloras de los barcos. Llevamos un 50% realizado, esperamos terminarlo este mes y así la nueva norma sea homologada antes de fin de año por la autoridad marítima. Eso nos permitiría planificar 2019 en condiciones mucho más competitivas.
"No solo estamos cumpliendo con el APL, sino también estamos proyectando esta nueva ATI y su renovada relación con la comunidad"."