Claudio Abarca
"Todo Chile está dentro de mí, necesito tanto a mi país y no sé si me lo podré llevar conmigo a la otra vida", dijo Margot Loyola a Radio USACH en septiembre de 2014, casi un año antes de morir, el 3 de agosto de 2015.
Este sábado 15 de septiembre, es una fecha muy especial en la cultura chilena pues se cumplirá cien años del nacimiento de la folclorista e investigadora que se destacó quizás como ninguna otra en la búsqueda, difusión e interpretación de los cantos y danzas tradicionales y populares de Chile, como solista y en los grupos Las Hermanas Loyola y Palomar.
El centenario de su natalicio es celebrado con muchas actividades a lo largo del país (ver recuadro).
Entre música y gallos
Nacida en Linares el 15 de septiembre de 1918, a tres días de conmemorarse el primer centenario de la Independencia, Margot Loyola Palacios fue la mayor de cuatro hermanos y vivió su niñez rodeada de música y canto. Su padre, el comerciante Recaredo Loyola, fue aficionado a las chinganas y amante del canto tradicional. Su madre, Ana María Palacios, una de las primeras farmacéuticas en Chile, fue amante de la pintura y la filosofía.
Con su hermana Estela formó el dúo Las Hermanas Loyola. En sus inicios, ganaron un concurso en la radio Pacífico, en Santiago, lo que impulsó la carrera del dúo. Después hicieron sus primeras grabaciones, que las llevaron al éxito y a realizar giras por el país.
A comienzos de 1950, siguió su carrera como solista y artista de RCA, incluyendo repertorios hasta entonces no considerados en la interpretación de la música tradicional, como los cantos mapuche y rapanui.
Ello habla de su método de investigación para luego difundir el folclor musical chileno. Loyola se dedicó por décadas a recorrer pueblos y ciudades del país, donde escuchaba a cultores locales, observaba sus bailes, conversaba con ellos, hacía anotaciones y luego traspasaba ese material a discos, libros y videos.
Publicó, de hecho, cinco libros, todos con Ediciones Universitarias de Valparaíso: "Bailes de tierra en Chile", "El cachimbo", "La tonada: testimonios para el futuro", "La cueca: danza de la vida y la muerte" y "50 danzas tradicionales y populares en Chile", estos dos últimos junto a Osvaldo Cádiz, profesor e investigador.
Enseñanza del folclor
Su trabajo fonográfico y bibliográfico da cuenta de su espíritu didáctico para divulgar el rico panorama de la música tradicional chilena.
La labor en la enseñanza del folclor que realizó en la Universidad de Chile durante la década de 1950 fue el germen de agrupaciones como Cuncumén y Millaray. Ritmos como la tonada, la cueca, la música pascuense y mapuche, refalosas, corridos y zamacuecas, tanto en canciones de su autoría, como de compositores clásicos o recopiladas por ella en terreno, conforman el patrimonio que Margot Loyola rescató y transmitió en una carrera de más de setenta años.
Su encuentro con Osvaldo Cádiz la motivó a formar, en 1962, el conjunto Palomar. Su labor se vio truncada por única vez con los eventos del 11 de septiembre de 1973, poco después de editar "Canciones del 900" (1972), disco hecho en colaboración con Luis Advis.
En septiembre de 1997, en entrevista con la revista Hoy, expuso qué sintió después del golpe: "Estuve dos años sin voz. Estaba mal porque había mucha gente sufriendo. Yo no vivo mi vida solamente, vivo la vida de todo mi pueblo y de todos los pueblos del mundo, y recibo como esponja todos los sufrimientos. Estaba muy mal, mirando por la ventanita para afuera; no podía cantar y no tenía nada dentro de mí, estaba como seca. Sufría por los que estaban sufriendo".
Recién en 1975 la folclorista pudo retomar su ritmo de trabajo, encontrando en el programa televisivo "Chilenazo" un buen lugar de acogida, que además la hizo conocida para nuevas audiencias.
En 1994, recibió el Premio Nacional de Artes.
Premio, exposición, conciertos, homenaje
Varias son las actividades con que se conmemora el natalicio de Margot Loyola. Hoy, de hecho, en La Moneda, el Gobierno entregará el Premio a la Trayectoria en Cultura Tradicional, que este año recibirán la folclorista Elena Valdivia, los Chinchineros Lizana y Tabaque, grupo de cueca de Valparaíso. La Universidad de Talca expondrá una serie de fotografías hasta el 20 de septiembre; la muestra llegará a Linares en octubre y noviembre. La Católica de Valparaíso ha realizado conciertos y la Cámara de Diputados la homenajeará el 26 de este mes.