Karen Cereceda Ramos
Estamos celebrando unas nuevas Fiestas Patrias, momento en el que sacamos a relucir nuestros tradiciones y costumbres y nos sentimos más chilenos que nunca.
Este patriotismo también se impregna en los extranjeros, no sólo en los que están de paso por vacaciones u otro motivo, sino que especialmente en los que, por diversos motivos, decidieron hacer de Chile su nuevo hogar y país.
En Calama la situación no es muy distinta, ya es habitual ver a estudiantes extranjeros bailar cueca, vestirse de huasos y chinas, participar de las actividades dieciocheras e incluso ver a familias completas disfrutando de estas fiestas en las ramadas, ya sea como público o en algún local comercial.
Ellos a su vez dan a conocer su acerbo cultural, también a través de sus tradiciones, alimentación y carácter.
Esta mezcla según los expertos es algo que lo único que hace es enriquecer nuestra cultura y potenciar nuestra identidad como país, el que está recibiendo muchas influencias y que ya se ve reflejado en cosas tan cotidianas como la alimentación.
"Muchas culturas fortalecen las culturas. Cuando hay una sola cultura, que es la dominante y la única y que las otras tienen que estar sometidas, eso es ya es una imposición es autoritarismo", explica Alejandro Bustos, antropólogo, académico de la Universidad de Antofagasta (UA) y director del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UA.
El profesional comenta que si bien Calama, y el país en general ha experimentado una ola de inmigrantes, aun siguen siendo un número minoritario.
A modo de ejemplo comenta que según los datos del Censo de 2017, sólo el 18% de la población es extranjera, de ellas el 63% son de origen boliviano , le siguen muy lejos los peruanos y colombianos con un 13%.
"Hay una percepción de que los inmigrantes son muchos en verdad y los datos duros dicen lo contrario", explica el antropólogo y agrega que " da la impresión de que nunca habíamos tenido migración en Calama, cuando en realidad esa es absolutamente activa y presente", manifestó.
Bustos dice que esta percepción se debe a que en los últimos años ha cambiado el tipo de inmigrantes que llega a la zona, quienes vienen con otras tradiciones y estilos de vida y que sobresalen especialmente porque se trata en su mayoría, de extranjeros cuya etnia tiene rasgos de afrodescendientes.
Influencia
Para Bustos la influencia que ejerce la población migrante en la zona quizás no puede verse reflejada en aspectos macros sino que más bien cotidianos. "Eso tiene que ver con la interculturalidad, en la cotidianidad, o sea los cambios no se producen en grandes temáticas como las económicas sino que en pequeñas temáticas como el trabajo, la convivencia, la forma de vestirse, entre otros", detalla.
Dice que es ahí donde comienza a gestarse el cambio intercultural, la que muchas veces viene de la mano con emprendimientos que los inmigrantes empiezan a desarrollar en el país al que llegaron, el que luego se arraiga y pasa a formar parte de nuestra cultura nacional y ejemplifica con la alimentación.
"Muchas de las conquistas que se realizan se hacen por la comida y hemos aprendido mucho de eso, o sea la cantidad de restoranes chinos que hay en el norte, de peruanos boliviana y que ahora hemos conocido la colombia o venezuela y cuando vas al almacén o la feria y te encuentras con productos de otros países, es un claro ejemplo de la interculturalidad", explica el antropólogo Bustos.
Personalidad
Durante estos últimos diez años, Calama ha experimentado la llegada de inmigrantes de países del Caribe como Colombia, Venezuela, República Dominicana, entre otros.
Extranjeros que se hacen notar no sólo por sus rasgos físicos sino que también por su personalidad alegre y viva, muy distinta a la de los chilenos.
Estos inmigrantes están echando raíces en la zona, tienen y tendrán hijos que crecerán aquí rodeados de chilenos, y también habrá matrimonios mixtos por lo que se puede llegar a pensar que con el correr de los años el carácter de los chilenos podría sufrir un cambio al verse influenciados por los extranjeros.
En este sentido el sociólogo Marcelo Cifuentes comenta que lo que se producirá y que ya se está produciendo es una mezcla de ambos caracteres, que la llegada de inmigrantes no sólo provoca mixturas de tipo biológicas sino que obviamente culturales.
"De ninguna forma se puede perder nuestra identidad como chilenos, más bien aquí lo que se genera es un potenciamiento de ella, agregando nuevos componentes", explica al respecto Cifuentes.
Dice que es difícil que se pierda la identidad del chileno y su forma de ser, puesto que la mayoría de los casos ocurre lo contrario, es decir que es el extranjero quien finalmente comienza a adquirir los rasgos de los nacionales.
Esto también es corroborado por el antropólogo, Alejandro Bustos, quien dice que los hijos de extranjeros que nacen en Chile, son chilenos y como tal "van a adquirir las tradiciones, las costumbres del país en que nacen", dijo.
Finalmente hace un llamado a la reflexión de los chilenos a integrar a todos los extranjeros , no rechazarlos y no tener miedo y recordar que migrar de un lugar a otro es un derecho humano.