El último Barómetro elaborado por el Instituto de Políticas Públicas UCN y Mori dio cuenta que los antofagastinos, en su gran mayoría, esperan que las empresas mineras generen trabajo a nivel local, lo que podría explicarse en el incremento del desempleo y el negativo efecto que tiene este flagelo sobre las personas y la sociedad.
Entonces, bien podría sostenerse que tal demanda es una cuestión puntual.
Porque desde un tiempo a esta parte, las demandas de la sociedad local se están haciendo más complejas y sobrepasan la mera gestación de más puestos laborales. Estos tienen que ser también mejores, en seguridad, desarrollo y remuneraciones.
Pero la comunidad exige otros alcances que involucran a la esfera pública. Vivir en barrios amigables, sin delincuencia, en orden, con seguridad, vale decir, en territorios con mejor calidad de vida, porque entienden que ello es fundamental para su sanidad síquica y física. Por lo demás, con el avance de las comunicaciones, los medios y la posibilidad de viajar, las comparaciones aparecen en plenitud.
Lo anterior da cuenta, también, del tránsito que vive Antofagasta de ser un pequeño enclave -relevante, por cierto- a una ciudad con requerimientos algo más amplios, más difíciles de entender, porque la sociedad es más diversa y atomizada.
En este plano, debiéramos insistir en la idea de que la ciudad va en un camino, abandonando los problemas de una ciudad de provincia para concentrarse en cuestiones más propias de un territorio grande.
Porque hay paradojas. Antofagasta es un espacio líder en el planeta en términos mineros o astronómicos, será puerta al Pacífico para varios países del Conosur, sin embargo, aún parece no ser consciente de tal destino y poco se hace para generar un ánimo que ayude a aquello.
Los liderazgos son fundamentales, tanto para dar respuesta a los requerimientos, como para promover ideas para el futuro, lo que es válido para Calama, Tocopilla, Iquique, Arica o cualquier comuna.
En definitiva, saber leer las demandas y proyectar aquello que no existe, pero sí es posible.