Vicente Bianchi Alarcón
El alma nacional inevitablemente se estremece cuando parten al descanso eterno personas que tanto aportaron a ella. Es el caso con el reciente fallecimiento de don Vicente Bianchi Alarcón, compositor, pianista, arreglador y director de orquesta chileno, cuya obra destacó por su sello muy particular al ser uno de los pocos compositores nacionales que hasta ahora mezcló en sus creaciones la música docta con elementos del folclor del país y latinoamericano.
Destacan entre sus obras la "Misa a la chilena", "Misa de la cruz del sur", "Tríptico sinfónico", "Tonadas de Manuel Rodríguez" (esta última, más otras, producto de un trabajo de colaboración artística con el poeta Pablo Neruda), y muchas más, entre creaciones sinfónicas, corales y de cámara.
En 2016, a los 96 años, tardíamente -aunque más vale tarde que nunca- recibe el Premio Nacional de Música, premio oficial del Estado de Chile que le fue negado en diecisiete ocasiones consecutivas anteriores por razones que no vale la pena escarbar.
A sus 98 años, increíblemente, don Vicente seguía escribiendo y revisando trabajos antiguos que deseaba ordenar. También se encontraba elaborando un libro de piezas navideñas con canciones y danzas de Chile y Latinoamérica. Destaca en este año 2018 el lanzamiento de un disco con creaciones inéditas antiguas suyas a cargo de la Orquesta de Cámara de Chile.
Antofagasta no estuvo ajena en la vida artística del maestro. En 1999 y 2002 dirigió sendos conciertos de nuestra Orquesta Sinfónica en el Teatro Municipal con obras suyas.
Nuestra ciudad se sumó también al merecido reconocimiento que se le otorgó en vida cuando, en 2014, se le rindió un homenaje en otro concierto de la Orquesta interpretando sus obras.
Si la música enriquece el espíritu, don Vicente Bianchi enriqueció el alma y espíritu chilenos con su música de manera muy original, al mezclar y sintetizar magistralmente motivos musicales de raíz folclórica con lo docto, junto con enriquecer además el patrimonio musical del país.
Andrés Sabella
Rafael Ramos Psijas