Tuvieron que pasar 22 años para que Club Deportes Antofagasta volviese a tener una de sus mejores campañas en el Torneo Nacional.

Tras derrotar por la cuenta mínima a Universidad de Concepción en el Calvo y Bascuñán, durante la jornada de ayer, los Pumas lograron 46 unidades en la tabla de posiciones, quedando en el segundo puesto de la clasificación y a solo cinco puntos del líder Universidad Católica, con quienes se verán las caras en la vigésima octava fecha de la competencia, en horario aún por confirmar.

Con este logro, los antofagastinos superaron la campaña de 1996 bajo la dirección de Mario Páez, con quien lograron el séptimo puesto tras sumar 43 puntos.

Así, el DT rosarino Gerardo Ameli, está cumpliendo su promesa de tener una campaña histórica al mando del cuadro albiceleste, porque a cuatro fechas de que termine el certamen, el equipo se perfila como uno de los elencos con mayores posibilidades de una clasificación internacional, superando ampliamente lo hecho por Beñat San José en 2015, tras meter a los "Pumas" en la liguilla por la Sudamericana.

Cotejo

El partido arrancó con un Antofagasta que desde el primer minuto comenzó a ejercer presión en el campo de juego, ahogando las conexiones del cuadro penquista y evitando con eso que pudieran agruparse, salir del fondo y ordenar su ataque.

No obstante, sería recién pasados los 30 minutos de juego, que los Pumas, a través del venezolano Eduard Bello, encontrarían con mejor precisión el arco de Cristian Muñoz en lo que pareció ser el primer gol del cotejo, pero el travesaño dijo lo contrario. No sería la primera vez.

Ambas escuadras se irían al descanso igualados en el marcador sin goles, pero en el caso de la visita, con un hombre menos (Sergio Vittor), quien vio la roja por acumulación de tarjetas amarillas.

Iniciado el complemento, el cual estuvo marcado por las fricciones entre algunos jugadores, Bello (a eso del minuto 50) dio un pase que conectó Jason Flores y que por poco no fue el primero para Antofagasta; pero el travesaño nuevamente se opuso.

Penal

La jugada más importante del partido vendría 22 minutos después, cuando el match estaba entrampado en fricciones reiteradas. El recién ingresado Felipe Flores fue derribado en el vértice del área del cuadro visitante. Deischler cobró de inmediato.

Tres minutos después y ante la mirada expectante de más de 9 mil asistentes, Bello logró el único tanto del partido y con eso la alegría desbordada de una hinchada albiceleste, que vio con nerviosismo los minutos finales.

El estratego Gerardo Ameli, puso paños fríos al comentar que aún quedan puntos por disputar y una serie de partidos difíciles por delante.

"Restan 18 puntos por jugar, todos partidos muy complicados los que se vienen por delante, el próximo rival (San Luis), es súper difícil y por lo tanto, siento que todavía es muy apresurado el poder pensar en tener ya algo asegurado (...) no obstante, como equipo y plantel, le damos mucho valor a la posibilidad de poder clasificar a una copa internacional, ese es nuestro objetivo principal", precisó.

Mismas palabras usaron el Paulo Garcés y Eduard Bello, quienes destacaron el fiato conseguido por el equipo.

Los partidos se ganan en cancha, pero se construyen también en el trabajo del día a día. Y quién piense que sólo es mérito de los jugadores, comete un error. Lo hecho por el CDA ante la U. de Concepción, que felizmente cerró con un triunfo, enfrentó también el mérito de los técnicos Gerardo Ameli y Francisco Bozán.

Desde el inicio, en cada metro de la cancha, con esquemas parecidos, se evidenció lo pensado y planificado. Presiones en sectores prefijados con aciertos. Incomodaba la que caía sobre los defensores albicelestes, limitando la circulación habitual del balón. La lideraba Droguett y la seguían los demás atacantes nominales y volantes.

El CDA trabado en su armado, se incomodó sin llegar a perder su seguridad. Y es ahí donde está el mérito que surge desde la banca técnica. Se reflejó en la certeza de movimientos de Sandoval, Lepe, Bello y todos, porque ninguno se escondió. En esa disputa estrecha, con menos posesión del balón, el CDA fue acumulando leves ventajas en el "andar del partido".

Favoreció la salida por lesión de Droguett, más la expulsión de Vittor, pero antes los de Ameli habían quebrado un par de equilibrios. Lo hizo Sandoval en dos oportunidades, una personal, la otra con Ciampichetti para Bello, mientras en la última Collao la puso a Jason Flores que hizo rebotar el balón en el travesaño.

Los de Bozán, pese a quedar con diez, reflejaron lo avanzado de su estructura de juego. Se cerraron sobre su campo y no concedieron espacios. Claro que el CDA, aun con dificultades y pasajes en que la circulación del balón no fue la más adecuada, mantuvo la calma. Siguió buscando por los costados, proyecto a sus volantes y pareció que los penquistas iban a sacar un resultado meritorio, por sobre el poco manejo emocional de un par de sus jugadores.

En medio de la presión que resultaba infructuosa, Ameli recurrió a Felipe Flores. Amplió el frente de ataque. No había estado del todo bien en los últimos partidos, pero ratificó su jerarquía. Ganó un mano a mano en el sitio precisó y en el tiempo preciso para el penal. El gol de Bello abrió la puerta al triunfo ante un rival de alta complejidad.

El CDA llegó así al lugar donde merece estar por sus méritos, con "la jerarquía y pasión de todos".

René

Cortés

comentarista deportivo