Redacción
Se convirtieron en asesinas y aunque sus vidas jamás se cruzaron, están unidas por el mismo denominador: El consumo problemático de drogas.
Yubiza Rojas de 41 años fue detenida hace unos días por su autoría en el homicidio de Pablo Contreras (30), en un hecho ocurrido durante los festejos patrios en la calle Merced con Los Leones.
Se supo que efectivamente la agresora y la víctima no se conocían, y que por razones que se investigan la mujer sacó desde su sostén un cuchillo con el que intentó agredir a otra persona que estaba con ella compartiendo drogas. Ese hombre cayó al suelo y fue ayudado por la víctima, el que a su vez fue apuñalado por la mujer recibiendo una herida torácica penetrante por arma blanca, herida ventricular izquierda, herida pulmonar doble penetrante cardíaca.
Un vecino observó el momento preciso en que la mujer, conocida como "La Yubi", atacó al poblador. En el barrio (población José Miguel Carrera) era conocida por el consumo de pasta base y de cierta manera se había transformado en una persona problemática.
"la macho"
Hace un año exactamente, fue detenida otra mujer por un caso parecido. Ivonne Aguilera (33) fue acusada por dar muerte con un cuchillo a Kurt Uribe (48), la madrugada del 19 de mayo del 2017 en la Plaza Colón de Antofagasta.
Vistiendo ropas deportivas y a ratos con la cabeza gacha, la imputada escuchó con atención el relato de los hechos, que hizo tanto la fiscalía como la defensa durante la formalización. La BH de la PDI la detuvo después de casi cuatro meses de intensa investigación.
La acusada y la víctima -que era limpiador de autos- sostuvieron una discusión en horas de la madrugada. Testigos indicaron que la mujer sostenía un cuchillo en sus manos, arma con la cual provocó varias heridas a Uribe.
La versión que dio la mujer es que la víctima le habría solicitado "favores sexuales" y que discutieron por la modalidad de pago. No obstante, la declaración de la mujer resultó contradicha por los hechos, ya que ella en otra declaración aseguró que la víctima la había invitado a consumir droga, pero la correspondiente autopsia evidenció que Kurt Uribe efectivamente había bebido alcohol, pero no había en su organismo evidencias que hubiera consumido droga o sicotrópicos.
Ivonne Aguilera conocida como "La Macho" había estado consumiendo pasta base durante tres días antes de cometer el crimen.
Senda
Para explicar esta situación, el director regional (s) del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Fernando Briones, dijo que al hacer un análisis de los "tratamientos" hay una prevalencia menor de mujeres en comparación con los hombres. Por ejemplo, durante el 2017 trataron a 420 hombres por consumo problemático de drogas en general en la región de Antofagasta.
En cuanto a las mujeres, accedieron a tratamiento 226 mujeres. "En relación específica a la pasta base hubo en total 165 mujeres que tenían consumo problemático de esa sustancia con respecto al total de las mujeres que recibieron ayuda", dijo.
Al hablar de tratamiento se refiere a los programas con que cuenta Senda y ofrece a personas mayores de 18 años, usuarios de Fonasa. Existen centro en Tocopilla, Mejillones, Antofagasta, Taltal, Calama y San Pedro de Atacama.
"Son programas ambulatorios y las personas reciben atención de médicos, sicólogos, asistente social, técnico en rehabilitación y terapeuta ocupacional. Reciben medicamentos si es que lo necesitan y permanecen en tratamiento un promedio de ocho meses. Tenemos residencial para mujeres que se ubica en Calama y allí pueden ingresar con sus hijos de hasta cinco años", precisó Briones.
Explicó que la pasta base es una sustancia que genera mayor adicción. Las personas pueden pasar rápidamente de un consumo regular a un consumo problemático.
Estigma
"La pasta base genera un incremento en el consumo y después en el tratamiento hay una sintomatología de abstinencia mucho más severa", advierte Briones.
Y agrega que en el caso de las mujeres hay mayor estigmatización "porque en los tratamientos los hombres suelen ser acompañados por sus familias, madres, hijos y sus esposas, pero en las mujeres ocurre como una doble carga porque está la culpabilización ya que son consumidoras, mala madre, mala mujer o mala esposa. En general la mujer llega mucho más sola a los tratamientos y no tiene muchas redes de apoyo", explicó.
Comentó que a veces el consumo de drogas en las mujeres está asociado a la violencia intrafamiliar.
"El tema de la rehabilitación para las mujeres tiende a ser más difícil por la estigmatización que hay. Cuando una mujer consume drogas, la familia intenta quitarle los hijos, pero en el caso de los hombres no hay un cuestionamiento tan grande. Se tiende a creer que el papá es más prescindible que la mamá. A la mujer se le culpabiliza mucho porque no cuida de manera adecuada a su familia", comentó.
Y todo se agrava cuando la mujer al no contar con redes de apoyo, llega finalmente a la calle.
de los tratamientos por consumo problemático entregados por Senda en 2017 fueron para mujeres. 35%