"Tenemos la obligación de buscar acuerdos amplios y generar consensos"
Meses claves enfrentará el gobierno en materia de agenda legislativa. A la discusión del presupuesto 2019 y de la Ley de Migración presentada en marzo, se suman al menos otras cuatro reformas que el Ejecutivo ingresará de aquí a fin de año.
El ministro Secretario General de la Presidencia, Gonzalo Blumel (Evópoli), estuvo ayer en Antofagasta para reunirse con el intendente Marco Antonio Díaz (RN) y trabajar en la implementación del Plan de Desarrollo Regional.
En su visita, el secretario de Estado reconoció que la tarea legislativa no será fácil, pues tendrán que conquistar los votos de otros sectores para sacar adelante estas iniciativas. Esto considerando que el oficialismo es minoría en el Congreso.
Por ello, Blumel destacó la importancia de buscar acuerdos amplios y generar consensos entre los sectores.
Además profundizó en la tramitación del proyecto de Ley de Migración, el cual espera pueda ser aprobado el próximo año.
¿En qué etapa se encuentra la tramitación del proyecto de Ley de Migración y cuáles han sido los principales obstáculos?
-Para el gobierno del Presidente Piñera tener una nueva Ley de Migración es un objetivo fundamental. De hecho es uno de los primeros proyectos de ley que ingresamos apenas asumimos en marzo. Sin perjuicio de que hemos implementado un conjunto de medidas administrativas mientras se aprueba la ley, como el proceso extraordinario de regulación, el establecimiento de la visa humanitaria en el caso de Venezuela o la visa especial para Haití. De forma tal de cumplir el objetivo que planteó el Presidente de tener una migración ordenada, regular y segura.
Junto con eso hemos estado tramitando con mucha urgencia la nueva ley en la Cámara de Diputados. Está bastante avanzado el proceso y esperamos que concluya, y ese es un compromiso que ha tomado la Comisión de Gobierno formalmente en octubre. Después tendría una revisión de la comisión de Derechos Humanos, y finalmente, en noviembre o fines de año llegaría aprobada a la Cámara de Diputados para luego tramitarla con la mayor agilidad posible a inicios del 2019 en el Senado y poder transformarla en ley.
Una de las indicaciones que generó debate es la de exigir a migrantes solvencia económica para entregar la residencia definitiva...
-Efectivamente la oposición en distintas materias ha ido planteando objeciones a la reforma que tiene un apoyo muy importante por parte de la ciudadanía, que ha respaldado fuertemente las políticas migratorias que ha desarrollado el gobierno del Presidente Piñera. Pero bueno, eso es parte del ejercicio democrático. Eso se resuelve en la Comisión, algunos temas no se han resuelto de la manera que a nosotros nos parece más adecuada pero en el debate esperamos se generen los acuerdos para tener una buena Ley de Migración.
Se acerca la tramitación de varios proyectos de ley importantes. ¿En qué situación se encuentran las relaciones con los partidos ?
-Hace algunas semanas iniciamos una segunda etapa de gobierno que tiene que ver con el impulso de las reformas fundamentales del programa. De hecho, de aquí al fin del año legislativo, que es en enero, nosotros esperamos que las cinco reformas fundamentales ya ingresen al Congreso y empiecen a tramitarse.
Ya está discutiéndose el proyecto de Modernización Tributaria, ahora viene el proyecto de Pensiones y a fin de año la reforma a la salud, en particular a las Isapres y Fonasa. La modernización de las policías, de Carabineros que surge del Acuerdo Nacional por la Seguridad Ciudadana, y el proyecto de Modernización Laboral.
Obviamente nosotros tenemos claro como gobierno que poseemos un mandato democrático que se expresa en los resultados de la elección presidencial, de un fuerte apoyo del Presidente Piñera con casi 4 millones de votos. Pero también sabemos que estamos con minoría en el Congreso, en la Cámara de Diputados y Senado. De hecho prácticamente no tenemos la presidencia en ninguna comisión, lo que hace que nosotros tengamos una obligación de buscar acuerdos amplios y generar consensos.
No es un trabajo fácil, son hartas reformas. ¿Cómo proyecta este desafío?
-Yo diría que hay dos estrategias. La primera, siguiendo el sabio consejo de un gran ministro que me antecedió hace un buen tiempo en la Segpres en el retorno a la democracia, Edgardo Boeninger, que planteaba que la democracia siempre había que comprenderla como un ejercicio de persuasión más que de imposición, especialmente, cuando uno no tiene mayoría en el Congreso.
Hay que persuadir a la ciudadanía a que los proyectos son las iniciativas que necesita Chile y también a la oposición porque además no hay una sola, sino que varias. Hay una oposición que ha sido bastante más colaboradora, que se sumó a los acuerdos nacionales de Infancia, de Seguridad Ciudadana o Salud que impulsó el gobierno y que ha estado colaborando en la tramitación de los proyectos, y otra oposición que es más obstructiva y mucho menos colaboradora, que tiene mucha menos disposición a generar acuerdos. Y lo que busca es únicamente causarle derrotas al gobierno.
En el caso de la oposición más obstruccionista, ¿a quiénes se refiere?
-Siempre es odioso personalizarlo, pero uno ve que efectivamente sectores como la Democracia Cristiana, Partido Radical o Partido Por la Democracia han estado más abiertos. Y el resto de los sectores bastante menos, al punto de que algunos rechazaron sumarse a cosas tan valiosas y urgentes como el Acuerdo Nacional Por la Infancia (...).
En qué etapa se encuentra la discusión del presupuesto...
-Está avanzando. Es un proceso normal que se da en los meses de octubre y noviembre todos los años. Las subcomisiones están despachando las distintas partidas. Y además hemos estado conversando con quienes lideran las distintas subcomisiones para poder tener un registro de los temas que han generado mayor dificultad y poder resolverlo anticipadamente, y no dejarlo para última hora porque finalmente es lo que siempre produce tensión y complica la aprobación de la Ley de Presupuestos.
"Hay una oposición que ha sido bastante más colaboradora, que se sumó a los acuerdos nacionales de Infancia, de Seguridad Ciudadana o Salud que impulsó el gobierno"."