Redacción
En una de las penas más altas conocidas este año se transformó el veredicto que el Tribunal Oral de Antofagasta, entregó tras el juicio por el crimen de Juan Parra Sanclemente (19), el joven colombiano que el año pasado fue descuartizado y por cuya muerte fueron acusados cuatro individuos, también de esa nacionalidad.
Tras varios días de juicio el fiscal Rodrigo Cusó Segura obtuvo una pena de presidio perpetuo simple en contra de Julio Palacios Perlaza, dos penas de 20 años de presidio mayor en su grado máximo, cada una, en contra de Javier Romero Márquez y Eulicer Henao Ríos, y finalmente una pena de 18 años en contra de Anderson Gaviria Arango, todos los cuales fueron encontrados culpables del delito de homicidio calificado, ocurrido el 21 de junio de 2017.
Los hechos
El día del crimen, pasadas las 14 horas, la víctima reportó a Carabineros la sustracción de su teléfono celular.
Fue así que en la intersección de la calles Sucre con Sabella esperó al personal policial, a quienes guió hasta el sector del "Cuadrado", edificación sin techumbre ubicada en la población Miramar Central.
En ese lugar fueron encontrados los acusados, que fueron sindicados como los responsables de la sustracción del celular, circunstancia que fue negada por todos los sujetos, lo que motivó a los policías hicieran un registro no encontrando la mencionada especie.
Horas más tarde de ese mismo día, Juan Parra regresó al sector denominado el "Cuadrado" llevado por los encausados Palacios Perlaza y Gaviria Arango, en el cual ya se encontraban Romero Márquez y Henao Ríos.
No desconfió de ellos atendido el vínculo que mantenía con algunos, por ser parte del círculo de sujetos con quienes consumía drogas en el sector.
Sin embargo, en venganza por haber llevado a la policía, le dieron golpes tanto en la cabeza -uno de ellos fracturó el cráneo- como en la zona nasal y bucal, propinándole múltiples lesiones cortopunzantes en la zona del cuello, una de ellas en la parte anterior, de 20 cms de longitud por 4 cms de ancho que seccionó tráquea y vasos carotídeos.
Asestaron en la zona torácica tres puñaladas, dos de ellas penetrantes del pulmón izquierdo, finalmente, apuñalaron al menos en dos ocasiones la cavidad abdominal lesionando el hígado y estómago.
Las heridas cortopunzantes le ocasionaron la muerte a Parra Sanclemente, a raíz de una anemia aguda y shock hipovolémico secundario.
A continuación, y con el propósito de deshacerse del cadáver, los condenados seccionaron el cuerpo en dos a nivel de la zona infraumbilical, y luego lo trasladaron cerca del puerto arrojándolo al mar.