Avenida Brasil, remodelada
Todo antofagastino alberga un bello recuerdo de la Avenida Brasil. Su historia posee diversos estratos: nace como un espacio para las carreras de caballo. Más tarde se preparó el terreno, utilizando la carga de tierra de jardín que traían los veleros que venían en busca del oro blanco. Así nació el gran pulmón verde de la ciudad - puerto.
El año 60 la Avenida Brasil contaba con árboles frondosos de generosa sombra y confortables y amplios asientos. La pileta con peces y los Luchadores Griegos aun existían. Pero una seudo modernización posterior eliminó la frondosidad arbórea y los asientos se transformaron en una lisa tabla sin respaldo Lo que se pretendía era evitar que en este lugar se encontraran complacientes señoritas con tripulantes de algún barco del puerto.
Una plaza o una plazoleta posee la virtud que nos separa del mundo. en un espacio quieto, mágico. Hasta allí, en los años 80, 90, llevábamos a los alumnos de pintura del LEA a bocetar árboles, arbustos, flores y también el Odeón. Desde allí nuestros alumnos dibujaban algún detalle del puerto o la bella arquitectura decimonónica de la Casona Barrios o la Casa Farandato y su buganvilia que aún se conserva.
En una oportunidad, al atardecer les pedí a mis alumnos que observaran a través de mis lentes oscuros el paisaje urbano envuelto en un tono sepia rojizo. Les dije "Vengan a observar la luz de fin de mundo que algún día nos envolverá". Ejercicio desde lo real a la imaginación y desde ésta a lo real.
La actual remodelación ha transformado en protagonista este lugar, aquí, en "Antofagasta, la ciudad donde el sol canta desnudo", como Andrés nos recuerda en uno de sus hermosos poemas. En nuestra Avenida los lugares están definidos: hay espacios para eventos culturales, paseo peatonal, renovadas áreas verdes, y espacio de tierra para quien desee hacer contacto con Gea.
Si tiene tiempo, dése el gusto de detenerse y contemplar, mientras la ciudad fluye en su entorno. Venga a rescatar recuerdos, a pasear, a reencontrarse con nuestra renovada y querida Avenida Brasil. ¡Vivamos y disfrutemos de esta joya patrimonial!
Waldo Valenzuela Maturana