Medio siglo después de su primer álbum, las guitarras eternas y el rock de raíces, con un ojo en el blues y otro en el country, Creedence Clearwater Revival vuelve con una caja de lujo que incluye todos los discos de estudio de una de las mejores bandas de la historia.

"The Studio Albums Collection" es el título de este lanzamiento especial que se pondrá a la venta el próximo 30 de noviembre y que, con siete discos de vinilo remasterizados en los estudios Abbey Road, repasa el lustro entre 1968 y 1972 en el que los de John Fogerty tuvieron el mundo a sus pies. Las placas son acompañadas por un libro de 76 páginas, con fotografías y una biografía de Creedence Clearwater Revival.

De su disco debut homónimo editado en julio de 1968 al álbum de despedida de la banda "Mardi Gras" publicado en abril de 1972, ya como trío tras la salida de Fogerty, esta caja trata de explicar la enorme popularidad de un grupo que, sin embargo, parecía nadar a contracorriente cuando surgió.

Del blues y el soul

Fundado en El Cerrito, en las afueras de San Francisco, Creedence Clearwater Revival no se contagió del evangelio de la psicodelia ni de la parafernalia experimental y espiritual que reinaba a fines de los 60 sino que apostó por canciones relativamente sencillas, letras concretas y temas cotidianos, y unas guitarras crudas que bebían del rock sureño, el country, el blues y el soul.

Mientras The Doors en Los Ángeles nadaba en poesía trascendental y Jefferson Airplane en San Francisco buscaba nuevos horizontes sensoriales, los Creedence se fijaron en las enseñanzas más terrenales de Elvis Presley o Little Richard.

El retorno a la raíz musical de EE.UU. comenzó a dar frutos con su primer éxito, "Suzie Q". No sería un triunfo aislado de un grupo que aún suena muchísimo en radios y cuyo catálogo de éxitos, difícilmente alcanzable para cualquier otra banda estadounidense, incluye "Proud Mary" y "Have You Ever Seen the Rain?".

La banda se separó traumáticamente en 1972 y sus miembros se enredaron en pleitos legales y amargas discusiones. Hoy, sin embargo, lo que queda es uno de los repertorios más entrañables del rock.

Amelia Carvallo

El próximo jueves aterrizará en las salas nacionales "Robin Hood", nueva versión de una leyenda que ya acumula ocho siglos sobre un noble inglés renegado -Robin de Loxley- que, luego de batallar en las Cruzadas y ver lo injusto de esa guerra, vuelve a su ciudad natal ganada por los corruptos y comienza a robar a los acaudalados para entregar su botín a los pobres.

La aparición de este vengador encapuchado se remonta al siglo XV, cuando las gestas que él y su banda de forajidos realizan, comienzan a ser contadas en una serie de baladas populares que los celebran como los defensores de los oprimidos de Nottingham. Douglas Fairbanks en el cine mudo, Errol Flynn con su pericia de espadachín, Sean Connery con su atractivo maduro, Kevin Costner con su simpatía de ratero y hasta el Pato Lucas en mallas lo han representado en la pantalla grande.

ACCIóN Y ACROBACIAS

Otto Bathhurst, director de la serie televisiva "Peaky Blinders", asumió la batuta de estos 116 minutos de trepidante acción y acrobacias, con una puesta en escena que busca refrescar la clásica historia. Es así como el rol principal, a cargo de Taron Egerton, es un moderno guerrero, una especie de ninja con arco y flecha que evade a sus captores por las sinuosas calles de Nottingham.

"La verdadera razón por la cual ha sido un héroe por 800 años es que fue como una espina en el zapato de la sociedad, del gobierno, del establecimiento. Por esto las personas aún lo aman, porque es un símbolo de esa voz allá afuera gritando contra el estatus quo del que todos somos responsables por permitirlo", dijo Bathhurst sobre el encapuchado y audaz ladrón que despoja a las élites de sus mal ganados privilegios.

A sus 28 años, Taron Egerton ("Kingsman: El círculo de oro") llegó a disparar tres flechas por segundo, así como también pudo dar en el blanco a objetos en el aire y convertirse en un impresionante arquero al final del entrenamiento junto a dos campeones mundiales de esta disciplina: Steve Ralphs y Lars Andersen.

Con un vestuario hecho casi a mano y armas de diseño especiales como arcos mecánicos y ballestas, uno de los productores del filme es el actor Leonardo DiCaprio, quien asumió el riesgo financiero de llevar al cine este destilado de combates de arquería.

La ciudad es un personaje más, la encarnación de una capital industrial pululante, llena del hollín que deja el penoso trabajo en las minas. Los principales sets se levantaron en la histórica ciudad amurallada de Dubrovnik, en Croacia, y en su iglesia de Santo Domingo, que se remonta al siglo XIII, así como en una fábrica abandonada de aluminio y una cava de vinos en Budapest y el desierto sirio, donde se escenificó el conflicto de las Cruzadas.

Elenco

Además de Egerton, el elenco incluye al estadounidense Jamie Foxx, ganador de un Oscar en 2004 al mejor actor por su representación del músico Ray Charles. Ahora es John, que en la versión clásica es un leal lugarteniente inglés pero que esta vez ha mutado a un guerrero sarraceno que Robin conoce en el sitio de Tierra Santa, y que empieza como enemigo para luego convertirse en un compañero de armas y mentor de vuelta a Inglaterra.

La contraparte romántica la ofrece la actriz irlandesa Eve Hewson ("El puente de los espías"), una valiente plebeya que roba el corazón del joven Hood antes de que partiera a las Cruzadas y que a su vuelta está con Will, un hombre con quien se casó pensando que Robin había muerto. El rol de este rival de amor lo asume el inglés Jamie Dornan ("Cincuenta sombras de Grey"), quien además intenta convertirse en el líder de la sometida comunidad de Nottingham.