Acantilados de La Portada: prohibición de acceso permitió la recuperación de su fauna
ECOLOGÍA. A ocho años de su clausura, reaparecen aves y mamíferos que estaban en condición de vulnerabilidad por la intervención humana.
La otrora escalera de acceso para que los visitantes bajaran a disfrutar de las bondades de las dos playas ubicadas bajo los acantilados de La Portada, ahora cumplen otro propósito. Ser el sitio de reposo para el gaviotín monja, un ave que actualmente se encuentra en condición de vulnerabilidad.
No solo eso. Las cuevas en las mismas paredes del acantilado donde antes las familias o amigos disfrutaban de su sombra, ahora cumplen un rol mucho más útil, ser la zona de apareamiento de aves y mamíferos, mismo rol que también cumple el arco geológico de La Portada. Esto hace ocho años era imposible por la llegada de botes de pesca y bañistas que espantaban a las aves.
La playa, antes atestada de bañistas, ahora es ocupada por cientos de aves que allí anidan. También hay mamíferos: zorros culpeos y chungungos habitando el sector.
Recuperación
Fue en abril del 2010 que la Dirección de Conaf (institución que resguarda el área) decidió prohibir el acceso de las personas a la playa bajo el acantilado debido a los sismos que amenazaban con generar un derrumbe en el área.
Fue ya con la paz propia de la no intervención humana, que los acantilados comenzaron a repoblarse de animales.
La administradora del Monumento Natural de La Portada, Jenny González, explicó que las nidificaciones se han multiplicado en una cantidad exorbitante durante los últimos ocho años.
"Al retirarse la gente, la fauna comenzó a reutilizar nuevamente las cavernas, las playas, la arena, el acantilado y hasta la escalera. De hecho hay varios gaviotines monja que ocupan la escalera de acceso que antes era donde bajaban y subían los turistas. Esta ave está en estado vulnerable", dijo.
También explicó que durante los veranos, cuando llegaban los bañistas, estos nadaban hasta el arco geológico espantando al pingüino de Humboldt, los que al salir dejaban sus huevos y crías a merced de jotes y gaviotas, que los cuales los depredaban.
Según explicaron de Conaf, hay cerca de 17 especies de aves y si se suman reptiles y mamíferos, se puede llegar casi a las 32 especies que cohabitan en la reserva.
Durante este año se ejecutó el proceso de actualización del Plan de Manejo del Monumento Natural, cuya última modificación es de 1995.
El proceso, explicaron desde Conaf, incluyó por primera vez la visión de actores del mundo público y privado de Antofagasta.