"Nuestro EIA también ofrece implementar como medida un monitoreo participativo"
Luis Sánchez, gerente general de Minera Zaldívar reconoce que está al tanto de la preocupación manifestada por comunidades atacameñas y autoridades, respecto de la situación del agua en la zona del altiplano.
Y enfatiza que esa inquietud también está instalada en la compañía, razón por la que han tratado de ser muy responsables en el uso del vital elemento.
No obstante, el ejecutivo detalló que los análisis realizados en la zona de extracción no son anormales en absoluto y de paso enfatizó que para esta faena es absolutamente indispensable contar con la autorización a fin de mantener la operación.
Sin margen
De acuerdo, a los análisis de la compañía, ¿cuál es la situación de los acuíferos en el sector del Salar de Atacama, en específico en la zona de Negrillar?
-Zaldívar posee derechos de extracción de agua desde la cuenca Monturaqui, Negrillar, Tilopozo (MNT). Este acuífero, ubicado al sur del Salar de Atacama, aporta el 7% del agua que llega al Salar de acuerdo a datos oficiales la DGA. Por lo tanto, yo puedo hablar de esta realidad, pero no del resto.
Luego de 20 años de operación, hemos logrado conocer bastante bien el comportamiento del acuífero MNT gracias a diferentes estudios técnicos realizados por nosotros y terceros. Desde 1995, el acuífero se ha comportado de acuerdo a las proyecciones en nuestro modelo hidrogeológico, información que ha sido reportada a las autoridades.
Nuestros estudios indican que podemos extender la extracción de agua desde Negrillar sin afectar el ecosistema del Salar de Atacama. Por eso solicitamos permisos para mantener el uso de 212,75 litros por segundo entre 2026 y 2029, es decir, durante cuatro años, y luego bajar la extracción a 30 litros por segundo en 2030 y 2031, cuando estemos ejecutando el plan de cierre.
¿Qué alternativas maneja la compañía en caso que la institucionalidad ambiental no acepte extender esa operación de extracción?
-Zaldívar no tiene otra alternativa. Estudiamos la posibilidad de usar agua de mar, como lo hacen otras operaciones de Antofagasta Minerals en esta región, pero lamentablemente no es viable económicamente en Zaldívar, ya que es una compañía pequeña y con menores leyes de mineral. La inversión necesaria y el costo de traer agua del mar es demasiado alto considerando la realidad de Zaldívar.
Por eso, si no somos exitosos, vamos a tener que iniciar pronto un plan de cierre, lo que sería muy negativo para nuestros trabajadores, sus familias y la región.
Una de las críticas más recurrentes es que considerando la delicada situación del salar y la cantidad de empresas involucradas en el uso de agua, estas nunca se hayan puesto de acuerdo para un monitoreo de ese territorio. ¿Cómo aprecia tal cuestionamiento?
-Efectivamente no existe un modelo hidrogeológico y de monitoreo común, ni por parte del Estado ni por parte de las empresas que operan en el Salar, pero estamos completamente disponibles a participar y contribuir a cualquier iniciativa de ese tipo. Sin embargo, el modelo hidrogeológico que presentamos a la autoridad en nuestro EIA es muy robusto, porque recoge información y análisis realizados durante más de 20 años.
Por otro lado, nuestro EIA también ofrece implementar como medida voluntaria un monitoreo participativo con las comunidades, ya que estamos convencidos que el diálogo permanente y la transparencia son claves para la construcción de confianzas en este tipo de temas.
¿Complejizó el panorama el hecho de que usted y Escondida tramitaran al mismo tiempo las solicitudes?
-No lo creo, el estudio de Escondida ingresó un poco antes que el nuestro, pero la autoridad está acostumbrada a tramitar más de un estudio de impacto ambiental al mismo tiempo. Creo además que es un aporte, porque genera mayor transparencia, evaluar al mismo tiempo dos iniciativas que buscan extraer agua de la misma cuenca.
¿Más allá de las magnitudes que solicitan ambas compañías, que diferencia ambos pedidos?
-La mayor diferencia son los volúmenes solicitados y el tiempo de la extensión de los permisos. Zaldívar sólo requiere 212,75 litros por segundo por 4 años, más 30 litros por segundo por otros dos años más. En cambio, la compañía a que usted hace referencia solicitó en su Estudio de Impacto Ambiental más de 500 litros por segundo por 11 años.
"Estamos estudiando qué hacer con los permisos de extracción de agua que no usamos. Nuestra intención es buscar algún mecanismo que nos ayude a reforzar nuestro aporte a la sustentabilidad del Salar de Atacama y de las comunidades"."
En cifras
Respecto a exploraciones de recursos metálicos en la zona que puedan viabilizar un proyecto mayor en Zaldívar, Sánchez dijo que se trata de recursos de baja ley. "Los que no son explotables con las tecnologías actuales, de manera rentable. Estamos explorando nuevas tecnologías que las conocidas hoy día y que involucren menores inversiones en mina y planta para ver si es posible hacerlo en el futuro, pero todavía no tenemos resultados a firme que nos permitan pensar en extender la vida útil de Zaldívar más allá del 2031", explicó.