En una reciente nota realizada en Italia, el Papa Francisco dijo estar "preocupado" por el número de sacerdotes y religiosos homosexuales, estimando que la Iglesia Católica podría verse invadida por la "moda" de la homosexualidad.
"La homosexualidad es un asunto muy serio que debe ser discernido adecuadamente por los candidatos" al sacerdocio y a la vida religiosa, declaró el pontífice en el libro titulado "La fuerza de una vocación". Ahondó: "En nuestras sociedades, incluso parece que la homosexualidad está de moda y esta mentalidad, en cierto modo, también afecta la vida de la Iglesia".
El juicio del líder religioso es complejo y hace caer en una inevitable pregunta: ¿Puede ser la condición sexual una mera moda?
Las versiones, como casi siempre, son variopintas. Para algunos la sexualidad está determinada como una construcción social. Las palabras del líder católico sugieren que ello sería así, al hablar de "moda", es decir, una tendencia que emerge y desaparece con rapidez.
Si fuera de este modo, habría que agregar que las sociedades han promovido las relaciones heterosexuales, al menos, con el fin de alentar el crecimiento poblacional.
En otros momentos, otras opciones eran también aceptadas, aunque la preponderancia siempre estuvo entre aquellas marcadas por sexos distintos.
Como es sabido, hay otras lecturas, más estrictamente desde la biología para abordar el asunto.
El juicio del Papa plantea estas preguntas, muchas de las cuales no tienen respuesta. ¿Hay en estos días más homosexuales que ayer? Es imposible saberlo. Es probable que estén más visibles, considerando que antes muchos fueron perseguidos y enjuiciados por su mera condición.
Hoy existe más tolerancia, aunque queda la interrogante si mayor integración, pero sí mayor tolerancia.
Por otro lado, ¿qué pensamiento esconden los dichos del Papa? ¿Diría lo mismo de los sacerdotes con conductas heterosexuales? Evidentemente no.
Habrá conclusiones de todo tipo y el Papa sabe que habrá debate frente al asunto, con versiones bastante encontradas.