Jonathan Mondaca Escobar

El Programa VIH del Hospital Regional -que recibe casos de siete comunas de Antofagasta- atiende a 925 pacientes con el Virus de Inmunodeficiencia Humana.

Pero en cifras globales, en la región hay más de 1.300 personas que reciben tratamiento si se suman las 400 que están bajo control en el hospital de Calama. Y la estadística aumenta cada año, explicó el jefe de Infectología y Programa VIH del Hospital Regional, Pedro Usedo.

Según las cifras del Servicio de Salud de Antofagasta, entre 2017 y lo que va del año se han notificado 236 nuevos casos, "y el grupo etario principal está entre los 13 a 30 años".

Usedo manifestó que "el país está mal", ya que Chile está entre las diez naciones con la mayor cantidad de casos nuevos en el planeta. "Mientras que el mundo va hacia una dirección en el manejo del VIH, Chile va hacia el lado contrario", advirtió.

El último reporte del programa conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH (Onusida), detalló que en esta materia el país está a la par con Egipto, Madagascar, Kuwait, Montenegro, Macedonia, Uzbekistán, República Checa, Kazajistán, Filipinas y Eslovaquia.

Detección pasiva

"Si uno ve la curva, esto va en incremento, los casos nuevos son más año tras año. Pero en Chile tenemos pesquisas pasivas, no es que estemos buscando activamente los casos. Y por cada caso pesquisado, hay un número indeterminado de pacientes portadores de la enfermedad", sostuvo el especialista.

Para el infectólogo, el avance del virus tiene causas claras: falta de educación, de políticas públicas y compromiso de las autoridades.

"He tratado de hacer tres reuniones intersectoriales y a través de Salud invitamos a las otras seremis como Educación o Trabajo y también al intendente. Lamentablemente en las tres reuniones la concurrencia ha sido muy precaria, excepto por el Sernameg que partició en todas ellas", expuso el facultativo.

Faltan sicólogos

Según el médico del hospital, existe una falta de compromiso que se refleja, por ejemplo, en que hace más de un año no cuentan con un sicólogo para el Programa VIH.

"Un porcentaje importante de nuestros pacientes sufre algún trastorno emocional, ya que no es fácil enterarse que tienen VIH. Hace un año y medio nos quitaron las horas de sicólogo del programa y esto es un tema que lo he elevado a todas las instancias", acusó.

Usedo puntualizó que sin contención sicológica y la ayuda de un asistente social, las probabilidades de que los pacientes deserten del tratamiento aumentan, por problemas como depresión o pérdida de su círculo familiar. "Un paciente que abandona el tratamiento es un problema de salud pública", enfatizó.

El Programa VIH cuenta con seis infectólogos, dos químico farmacéuticos, tres matronas y una enfermera. "Aunque siempre que uno pide recursos, a lo menos son cuestionados. A veces nos desgastamos con las enfermedades que traen los migrantes, que es absoluta mentira, y nos olvidamos de un problema que está matando gente en Antofagasta", sostuvo.

A pesar de que en los últimos meses se han intensificado las campañas contra el VIH, con la masiva entrega de preservativos femeninos y masculinos, y la aplicación de test rápidos, ello parece algo mas bien circunstancial para los especialistas.

Claudia Cortés es académica de la Universidad de Chile, vicepresidenta de la Sociedad de Infectología y es parte de la "Fundación Arriarán", centro que trabaja con más de 5 mil pacientes con VIH.

"Desde 2010 al 2017, los nuevos casos han aumentando en un 85% en el país. Las tasas no se han podido controlar, con mayor prevalencia entre los jóvenes (18 a 25 años)", precisó la académica.

Cortés manifestó que el Ministerio de Salud está comprendiendo la gravedad del problema, pero que a su vez, el Ministerio de Educación juega un rol fundamental.

"Se necesita una educación masiva. Por muchos años se abandonó hablar sobre un sexo seguro y una sexualidad responsable a los escolares, tampoco se les enseña sobre VIH en los colegios", apuntó.

El enfoque de la Sociedad de Infectología está en la prevención, lo que se traduce en usar preservativo, desarrollar una sexualidad responsable y la realización de test para detectar la enfermedad y evitar su propagación.

La infectóloga añadió que si bien esta es una enfermedad crónica, con tratamientos bien aplicados la vida es completamente normal. Detalló que los primeros síntomas del Sida pueden desarrollarse entre seis y ocho años después de contraer el virus.

"Hace un año y medio nos quitaron las horas de sicólogo del programa (...) Un paciente que abandona la terapia es un problema sanitario".

Pedro Usedo,, infectólogo jefe Programa VIH"