El "Changuito" Jesús
En una linterna añeja, describí un episodio en que hube de vestirme de Papá Noel. Me ayudaron mis canas (naturales) y mi panza prominente (también natural).
Pero el traje me sofocó a ultranza y me nació la duda. ¿Por qué Noel no viste como lo hacemos los nortinos, que vivimos la Navidad en pleno verano? La pregunta despertó a mi numen y me acompañó en un día de playa.
Entonces, escribí: "En un pesebre de huiros/Y en playa de blanca arena/ María, madre serena/Trajo al mundo al Salvador/ Un niño que es puro amor/Que nació en la Nochebuena" ¿Por qué no? -me pregunté. ¿Acaso Dios no es omnímodo? ¿Por qué el Niño no puede nacer aquí en nuestro litoral nortino? Y tarareando, brotaron otros versos.
Y de nuevo, mi numen que me susurró al oído: "Cangrejitos de juguete/Los "changos" le regalaron/ Hubo otros que le llevaron/Conchitas para colgantes/ En la playa, los donantes/Mil presentes encontraron…" Del tarareo a la guitarra, hubo un paso. Y brotaron los trinos de un trote… El ritmo también debía ser nortino. La cosa ya toma forma: "Los pulpos, las mantarrayas/Una jibia juguetona/ Y una merluza maltona/Llegaron a visitarlo/ También vino a contemplarlo/Una jaiba remolona." Como caída del cielo, aparece la Agrupación "Chañar".
El tema gusta y será villancico, me dijeron. Trinan mandolinas, charangos y quenas. Un bombo y una caja de redobles. Todos cantamos el villancico que nace: "María les dio las gracias/Y San José, bendiciones/ Por colmarlo de atenciones/Parabienes y alabanzas/ Con villancicos y danzas/Y con hermosas canciones/. Me embarga una alegría tremenda: creo ver al Niño que juega en la arena. No hay ni nieve ni renos y una modesta garuma suma su gorjeo, que no desentona. Cantamos unidos, los corazones laten al unísono, el villancico suena bien. La música ha hecho el milagro. ¡El niño de Belén está con nosotros! "Nace Jesús entre changos/En un pesebre playero/ Un modesto carpintero/Hizo de huiros su cuna/ ¡Nace Jesús, por fortuna!/¡Niño Dios, fiel compañero!
Jaime N. Alvarado García.