"La automatización es el gran desafío que se viene. Está a la vuelta de la esquina"
Lejos de representar una amenaza para los trabajadores, los procesos de automatización significarán -al final- mayor empleo y mejores condiciones. Esa es la visión del gerente general del Centro de Entrenamiento Industrial y Minero (Ceim) respecto de un proceso que es intensamente resistido -sobre todo- por organizaciones sindicales.
El ejecutivo de 47 años, llegó hace cinco a la ciudad para hacerse cargo de este centro y desde 2018 además se desempeña como director ejecutivo de la Fundación Minera Escondida (FME).
¿Cómo ha sido esta experiencia de liderar dos organizaciones que demandan bastante dedicación?
-Intenso, pero a la vez muy entretenido. Ha sido un gran desafío desde el punto de vista personal y profesional, estoy muy contento con lo que estamos haciendo, en ambas líneas aportamos mucho. Es agotador y desafiante, y son dos cosas muy distintas una de la otra. Por un lado está lo que es netamente industrial y por el otro algo netamente social. En la mañana estoy en una cosa y durante la tarde debo cambiar el switch... lo que es bueno porque en algún momento de calma mientras trabajo en una, puedo analizar el trabajo de la otra con una mirada mucho más objetiva.
En lo que respecta a la FME ¿Cómo evalúan el trabajo realizado en 2018?
-Fue un año de consolidación de los ejes que hemos venido desarrollando. Nosotros trabajamos un eje de educación -focalizado especialmente en la primera infancia- y otro de participación social enfocado en la innovación. Y esta madurez tiene que ver con la relación que hemos logrado con quienes trabajamos. Por ejemplo, en el programa de primera infancia nos relacionamos con las municipalidades de Mejillones y San Pedro de Atacama, y con la Asociación de Industriales de Mejillones (AIM).
¿Qué estado de avance presenta ese programa?
-Ese es un programa que desarrollamos durante 4 años. El 2018 fue el año de consolidación y cierre. Tuvimos resultados realmente potentes y toda la inversión que hizo la fundación, los municipios tanto de Mejillones como de San Pedro de Atacama, además de la AIM queda en las comunas, en sus directivos y docentes, y ellos deben hacerse cargo de esa inversión para seguir capitalizando todo lo que hizo a través de esos cuatro años.
Cuando habla de resultados potentes ¿A qué se refiere?
-Trabajamos con niños de prekinder hasta segundo básico (entre 4 a 8 años) para desarrollar el lenguaje, principalmente, porque creemos que es la base para desarrollar otras áreas del conocimiento. En la medición que hicimos al inicio del programa, solo el 5,1% de estos niños estaba en el nivel de desarrollo esperado, mientras al cabo de los cuatro años llegamos a un nivel de desarrollo del 51%, mientras el estandar nacional llega solo al 18%.
¿Hay planes para desarrollar ese programa en Antofagasta?
-Una vez que cerremos este ciclo en Mejillones y San Pedro de Atacama, en junio de 2018 dimos el puntapié para iniciarlo en Antofagasta. Junto a la Corporación Municipal de Desarrollo Social (Cmds), Integra y Junji vamos a trabajar con 2.500 niños de la comuna durante los próximos cuatro años con este mismo programa. Lo primero que hicimos fue levantar la línea base, para ver en qué condición nos encontramos e ir midiéndolos cada año.
En Mejillones y San Pedro se encontraron con un 5,1% ¿La realidad de acá es parecida?
-Es similar. Son muy bajos.
Otro de los ejes del trabajo de la FME es la participación social ¿Cómo avanzan en esa línea?
- Hemos trabajado con más de 350 jóvenes con el objetivo de formar líderes entregándoles una serie de herramientas para que sean protagonistas dentro de sus comunidades y finalmente de su realidad. En Antofagasta hay un fuerte componente de innovación y eso lo escuchamos y hoy tenemos proyectos que se nos presentaron y que ya son una realidad como negocio, gracias a programas como Antofa Emprende. Tenemos cerca de 40 emprendedores que ya tienen sus negocios sólidos, sustentables financieramente, están dando empleo y son inspiración para otros emprendedores.
Desafíos
Pero Díaz debe compartir su tiempo de trabajo en la FME con el CEIM, centro que busca consolidarse como un referente mundial en capacitación y entrenamiento de personas para la industria minera.
¿En qué esta el CEIM?
-Está en proceso de consolidación como el centro de entrenamiento minero de Chile. En 2018 consolidó la relación con sus clientes, la industria minera ha pasado por altibajos y el centro ha entendido lo que demanda la industria de sus trabajadores. Eso se tradujo en que hemos acortado los periodos de capacitación e intensificado los contenidos -obteniendo los resultados que las empresas necesitan. ¿Cómo lo hicimos? Con un uso intensivo de la tecnología, creando nuevas formas y herramientas de capacitación y conversando directamente con las líneas productivas.
¿Cómo se adapta el CEIM a los cambios cada vez más rápidos de la tecnología?
-Se está hablando mucho de la Industria 4.0, lo que tiene que ver con la unión de la mecánica y la electrónica. Hace poco estuve en Alemania visitando unos centros de capacitación en Düsseldorf y me di cuenta que no estamos tan lejos de lo que ellos hacen. Nosotros estamos uniendo la mecánica y la electrónica -en circunstancias que la mayoría de las instituciones las tienen separadas- y eso significa que máquinas de un proveedor puedan conversar con la de otro proveedor para automatizar un proceso.
"Automatización" parece una palabra clave...
-Queremos capacitar trabajadores con distintas competencias, que puedan ser polivalentes. La automatización de los procesos va a llevar a que los trabajadores tengan otro tipo de competencias y puedan manejarse en distintos ambientes y ahí enganchamos con lo que estamos haciendo en la FME con los niños en su primera infancia.
Algunos sectores ven la automatización como una amenaza...
-Hoy en Alemania hay un déficit de fuerza laboral y todas las empresas están absolutamente automatizadas. Las empresas están optimizando su área productiva, lo que significa que tiene vida y va a tener excedentes, por lo tanto habrá reinversión y por ende más empleo. El que no está preparado tendrá miedo a lo desconocido, es algo natural. Pero este es el gran desafío que se viene, está a la vuelta de la esquina, tenemos que encararlo y subirnos a ese carro.
"Las empresas están optimizando su área productiva, lo que significa que tiene vida y va a tener excedentes, por lo tanto habrá reinversión y por ende más empleo"."