"Pintando un poema de Andrés Sabella" 5
Hemos llegado al final del Salón "Pintando un poema de Andrés Sabella". Tenía un subtítulo: "Sabella vuelve a casa". ¿Cómo expulsar el alma de un poeta? Si bien, aunque el espíritu de Andrés nunca abandonó su Alma Mater, debía volver oficialmente a su Universidad mediante decreto: estamos en Chile. Eso ocurrió en abril de 2018. Como homenaje, las obras plásticas inspiradas en sus poemas, habitaron durante un mes el espacio de la Sala Chela Lira de la UCN.
Fabián Mayta, maestro del LEA, exhibió una pintura digital vibrante como un óleo, inspirado en lo erótico del poema El Pulpo y sin mensaje subliminal, alude a la sagrada y oceánica fuente de la vida. El mismo poema lo tradujo Arlet Morales, trabajando el barroco movimiento de sus tentáculos como un abrazo mortal.
Luis Núñez participa con una imagen de antaño, que atrae al espectador y lo abduce, quizás debido a la experiencia del artista de estar penetrando en aposentos y paisajes urbanos que aún no se desprenden del todo de la matriz urbana. La pintura en tonalidades monocromas acentúa el sentimiento del pasado que nos deja. Tal vez sea la razón de ser de su pintura: develarnos el misterio del tiempo, en el norte.
Sergio Quispe recicló un viejo neumático playero, interpretando El Pulpo, otorgándole policromía. Waldo Valenzuela interpreta "Blue de Otoño": los senos de la venus morena se transforman en caracoles que se enfrentan y se otorgan ternura. Felipe Espinosa con su técnica donde vibran el color y la línea, interpreta "Tertulia desolada" (Momias de Chiu Chiu), diálogo de cavidades vacías que en los años 70 u 80 sirvieron para prácticas de tiro. No se respetaba la muerte.
Wilson Pastén ilustró el poema "Volantines", tema que Nemesio Antúnez pretendió agotar. Franklin Berrios, escultor en hierro forjado, instaló en una estructura una placa mural forjada en metal, un singular dibujo del maestro que es poesía visual. Fue el encuentro de dos poetas.
Cada artista plástico ha excavado el poema elegido y nos han dado a conocer los tesoros descubiertos: en la superficie, en las profundidades del mar y entre las olas.
Waldo Valenzuela M., pintor, curador de la muestra