"El 74% de los vecinos cree que su vida mejoró después de llegar a vivir a un campamento"
Más allá de la solución habitacional para las miles de personas que viven en los campamentos de Antofagasta, Mejillones y Calama, la impronta de la ONG TECHO-Chile es entregar a la gente herramientas para avanzar en desarrollo y organización, para que así ayuden a sus propias comunidades.
Así lo plantea la directora de la organización, Mariana Barbosa, quien desde hace más de un año se encuentra estableciendo las prioridades en las cuales la institución avanzará en la región, una de las que concentra la mayor población de campamentos a nivel país con 60 asentamientos que albergan a más de 6.700 familias.
"Más allá de una solución material como una casa, lo que nos identifica es el encuentro con el otro. Es trabajar en terreno codo a codo con las familias, de igual a igual y de forma transversal por un objetivo en común: que todos tengamos las mismas oportunidades. Más allá de donde venimos, el ingreso o el idioma, el color de piel, ideología u orientación sexual", cuenta.
Trabajo
Egresada de Derecho de la Universidad Católica de Porto, la portuguesa asumió la dirección de la ONG en octubre de 2017, después de llevar trabajando poco más de un año en la organización como coordinadora de formación y voluntariado. Desde esa vereda conoció las realidades de los asentamientos regionales.
¿Cuáles son las principales características que distinguen a los asentamientos locales?
- Según el catastro preliminar de campamentos realizado en 2018 por el Minvu, son asentamientos ubicados en el borde del cerro de la ciudad, algunos presentan uno o más riesgos, como aluvial, derrumbe, por matriz de agua y de electrificación.
El 79,4% no tienen acceso formal al agua, 93,7% no tiene alcantarillado y el 91,2% no tiene conexión eléctrica. Gran parte de los campamentos que tenemos hoy en la ciudad de Antofagasta son post 2015, y según catastro del Gobierno Regional del 2015, el 60% de las familias que habitan los asentamientos son extranjeras.
Otra característica de los habitantes de campamentos es que, si bien a nivel nacional la mayoría de las personas arrendaba una vivienda antes de llegar a vivir al campamento, en Antofagasta, la mayoría arrendaba una pieza dentro de una vivienda, lo que nos habla de los elevados precios del mercado de arriendo en esta región.
Como organización ¿ven conveniente que algunos campamentos sean radicados?
- En un estudio realizado por nosotros en 2017 llegamos a la conclusión que el 74% de los vecinos encuestados cree que su calidad de vida ha mejorado desde que llegó a vivir al campamento esto debido a malas experiencias anteriores con arriendos abusivos y situaciones de discriminación.
Debido a la tipología de los asentamientos en la comuna de Antofagasta, la radicación levanta otros temas como la necesidad de actualización del plan regulador y un análisis exhaustivo de las zonas de riesgo en la ciudad y su posible mitigación. Está pendiente por parte de las autoridades una actualización de los estudios de riesgo, fundamental para poder analizar qué opción es la más adecuada.
¿Cuáles son los campamentos más precarios de la ciudad y cuáles presentan mejor calidad de vida , entendiendo que hay construcciones sólidas y con mejores servicio en varios campamentos de la comuna?
- Los asentamientos tienen realidades distintas dependiendo del momento de su constitución, la cercanía que tienen a los servicios básicos y acceso a bienes servicios necesarios para el día a día. Todos comparten la ausencia o el acceso irregular a, al menos, uno de los servicios básicos y la tenencia irregular del terreno.
Es cierto que existen mejores realidades en algunos campamentos de la región pero siguen viviendo en situaciones precarias que debemos solucionar. Por eso, creemos que el trabajo entre diferentes actores junto a las comunidades es vital para encontrar las mejores soluciones para las familias que no están siendo parte de las ciudades.
Gobierno
Con el cambio de administración, desde la Gobernación Provincial fueron categóricos que no se volverían a tolerar nuevas tomas, decisión que se ha hecho efectiva con una serie de desalojos.
¿Qué les parece la medida de la actual autoridad de no volver a permitir nuevas tomas?
- Esta no es una medida nueva, tampoco es suficiente para evitar que más familias lleguen a vivir a campamentos. El motivo que lleva a las familias a vivir en campamento es el alto valor de los arriendos, asociado a un alto costo de vida y situaciones abusivas.
Estos factores sumados al déficit habitacional que existe en la región nos muestra que la realidad de hoy en Antofagasta no es una realidad inclusiva, que permita el acceso a una vivienda adecuada para todos los que habitamos la región.
No pueden pensar que la solución es evitar nuevas tomas, las autoridades deben trabajar en soluciones al por qué las familias siguen llegando a vivir a campamentos, a una situación que nadie debería enfrentar.
¿Cuáles son los desafíos que tienen como organización para Antofagasta?
- Hace 20 años empezamos construyendo mediaguas debido a la necesidad urgente del momento. Hace más de 10 empezamos a construir proyectos de vivienda definitiva y hoy, nos damos cuenta que para terminar realmente con esta situación debemos terminar con la exclusión en la ciudad.
Estábamos trabajando con el síntoma, pero no enfrentando la enfermedad. Eso nos llevó a una reflexión profunda de que TECHO en Chile debía girar hacia la construcción de una ciudad justa.
Trabajar en los "nuevos campamentos" que se encuentran en la ciudad, que son las realidades de exclusión habitacional como el arriendo abusivo por espacios reducidos, migración, hacinamiento, allegamiento, realidades que se da en los cités y conventillos de nuestra ciudad, campamentos y algunos conjuntos habitacionales sociales.
Y en la actualidad, ¿cuál es su presencia en la región?
- En la actualidad, a nivel local, trabajamos con 23 comunidades en la región de Antofagasta (comunas de Antofagasta, Calama y Mejillones), desarrollando junto a voluntarios y vecinos de los campamentos proyectos que solucionen sus problemas más urgentes de forma innovadora.
"No pueden pensar que la solución es evitar nuevas tomas, las autoridades deben trabajar en soluciones al por qué las familias siguen llegando a vivir a campamentos". "De los habitantes de campamentos, el 79% no tienen acceso formal al agua, 93% no tiene alcantarillado y el 91% no tiene conexión a electricidad. Además, el 60% de sus habitantes son de procedencia extranjera".