Los 1.400 millones de habitantes y una economía bajo un desarrollo fenomenal tienen hoy a China como un actor insoslayable en las grandes ligas. Hoy es prácticamente la única potencia que puede hacer frente a Estados Unidos.
Si EE.UU. tiene Apple, China tiene a Huawei; Baidu es el símil de Google; Renren, uno de los tres "clones" de Facebook y Weibo, la app de microbloging compite con Twitter. En este mapa de poder, solo hay dos grandes actores: los dos citados, mientras Europa prácticamente desapareció.
La gestación de una inmensa clase media es lo que explica la cantidad de recursos que China demanda. Hace años que se vive la transformación de una sociedad rural a una preferentemente urbana, en un fenómeno que implica un voraz apetito. Las personas demandan alimentos, ropa, casas, calles, ocio, entre otros y esas necesidades hay que satisfacerlas.
El cobre en esta materia es un producto prioritario. Está presente en la electrificación, en los automóviles y en prácticamente todos los artículos electrónicos. Todo eso consume y produce China y eso explica que hoy sea el principal destino de los envíos regionales.
En menos de 20 años, las exportaciones de la región hacia China aumentaron en un 433% y el gigante asiático representa hoy, el destino de prácticamente la mitad de los envíos que salen desde Antofagasta. Sin embargo, en dos décadas la región no ha variado su matriz productiva y recursos naturales no renovables como el cobre, abarcan el 84% del total de las exportaciones.
Es decir, nuestra región tiene en China un gruesa concentración, misma realidad que se aprecia con nuestra exigua canasta exportadora: solo minerales y preferentemente cobre. Claro, es un efecto del fenómeno asiático y de las características propias de nuestra región minera.
Sin embargo, algo debe hacerse, en especial desde la matriz productiva local, un asunto que debe liderar el Estado, facilitando la labor de los privados interesados en ello. En el largo plazo, el no corregir este asunto puede resultar muy negativo para las próximas generaciones.