Estimula la circulación
Debido a la disminución de la gravedad que proporciona el agua, el organismo asume menos peso corporal. Aquello permite reducir la presión que se ejerce en las piernas y en articulaciones como los tobillos, que en ocasiones acumulan líquidos debido a la mala circulación. por lo mismo, este deporte es ideal para las personas que presentan dificultades en la movilidad y circulación. También es una disciplina que ayuda bastante a descomprimir la tensión muscular de los deportistas de alto rendimiento, como futbolistas, atletas y levantadores de pesa.
Ayuda a perder peso
La práctica de ejercicios es el complemento perfecto, junto con una dieta sana y equilibrada, para perder peso. La natación es una de las disciplina que permite cumplir con este objetivo, ya que es perfecto para todas las personas que quieran reducir de talla de manera agradable sin tener que realizar deportes de impacto (como el running) que pueden ser inaccesibles para quienes tienen problemas de obesidad o dificultades en las articulaciones. Para que esto suceda, lo ideal es entrenar dos o tres veces a la semana pero de forma sostenida en el tiempo.
Reduce el riego cardiovascular
Los deportes aeróbicos, como esta disciplina, interviene de forma directa en el consumo de oxígeno y a la vez fomenta el funcionamiento del corazón, además de los órganos implicados en el sistema respiratorio, como los pulmones y el diafragma. Es por eso que la natación reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares (infartos) y al mismo tiempo genera una disminución del colesterol y los triglicéridos (tener índices altos de este aspecto aumenta considerablemente el riesgo de diabetes, sobrepeso y problemas en hígados o riñones).
Fortalece los músculos
Trabajar en el agua permite que el cuerpo sea mucho más liviano que en un entorno normal, situación que posibilita la movilidad de gran parte de los músculos. En resumidas cuentas, este deporte es idóneo para todas aquellas personas que no tienen tiempo para llevar a cabo un entrenamiento por áreas musculares, ya que en una sola sesión de natación se tonifican dos terceras partes de estos, destacando importantes zonas como: pectoral mayor, triceps, biceps, manguito rotador, glúteo mayor y medio, gemelos, dorsal ancho, entre otros.
Mejora la capacidad pulmonar
Gracias al control exhaustivo y coordinado de la respiración que se debe llevar, dada la falta de oxígeno bajo la superficie del agua, el organismo aprende a respirar de una manera más eficaz y bastante pausada. A raíz de ello, practicar este deporte permite aprovechar al máximo cada inspiración y al mismo tiempo se aumenta la capacidad pulmonar en cada sesión de natación, lo que resulta de gran ayuda para todos aquellos que sufren constantemente problemas de carácter respiratorio, como por ejemplo el asma (enfermedad común dentro de la población).
Mejora el estado de ánimo
La práctica de ejercicio físico como la natación, origina la liberación de unas hormonas llamadas endorfinas, que proporcionan de manera directa una sensación de bienestar y alegría en el organismo, lo que reduce significativamente la sensación de estrés acumulado. Aspectos como flotar en el agua y la ausencia de sonido en el entorno, permiten que los que practiquen este deporte se desconecten y liberen completamente tensiones. Los horarios ideales para realizar esta disciplina, son muy temprano por la mañana o definitivamente en la noche.