Jonathan Mondaca Escobar
Las deficiencias del transporte público, el poco uso del borde costero y la falta de zonas de esparcimiento para la familia, hacen que Antofagasta sea una ciudad poco amigable o incluso, agresiva con sus habitantes.
Las deudas de la ciudad en grandes proyectos se ven reflejadas en instrumentos de medición como el Barómetro Imagen Ciudad. En 2018 el documento elaborado por la ONG Visión Humana, colocó a la comuna en el lugar 19 de 24 ciudades estudiadas, retrocediendo tres puestos respecto de la pregunta realizada en 2015 sobre "el mejor lugar para vivir".
La imagen ciudad de Antofagasta está asociada a una zona para trabajar, ya que en el mismo barómetro la comuna está en el décimo lugar del ranking, reforzando la percepción que existe en el resto del país sobre la Segunda Región.
Esta situación incide en aspectos como el bajo interés de profesionales en privilegiar la ciudad para establecerse, hecho más evidente en especialistas del área de la salud.
Este problema se agudiza aún más en toda la región. En 2014 el entonces alcalde de Tocopilla, Fernando San Román, tuvo que contratar cuatro médicos extranjeros, ya que no hubo interés de profesionales chilenos por trabajar en la comuna puerto.
Ciudad agresiva
La doctora en Ciencias Políticas Francis Espinoza, está haciendo una investigación en Bilbao, España, y cree que derechamente, la ciudad es agresiva con sus habitantes.
"Las ciudades son como la casa de las personas y hay casas que son agresivas, eso lo vemos en el transporte. Hay ciudades (en Europa) que son ordenadas, amigables que combinan tranvía, buses, bicicletas, senderos peatonales", explicó.
Espinoza apunta a que no existe una gobernanza inteligente para mejorar la calidad de vida de los antofagastinos en materias de movilidad pública.
Sostuvo que Antofagasta es una zona reactiva, que no desarrolla proyectos a 30 o 50 años.
La académica de la UCN, quien vivió seis años en Inglaterra en su doctorado, detalló que la semana pasada estuvo en una conferencia sobre la ciudad y el desarrollo de sus medios de transporte.
"La comparación es para llorar, acá ya se piensa en ciudades que combinen aspectos cibernéticos, pero a muy largo plazo", acotó Espinoza.
Manejo de suelo
Para el arquitecto Emile Ugarte, una ciudad atractiva para vivir primero tiene que ser sustentable económicamente, y los índices de desempleo en la región (9,5%), "no son alentadores".
"Somos una de las pocas regiones en que el suelo lo maneja el Estado, pero como caja recaudadora. El borde costero que recorre toda la ciudad pero no tiene nada relevante", advirtió el arquitecto.
Ugarte manifiesta que las autoridades todavía no entienden que el borde costero es un espacio público natural, al que le falta mucha gestión.
El arquitecto señala como ejemplo el proyecto del Estadio Escolar, ubicado en avenida Angamos.
"Si ese proyecto se ejecutaba en el borde costero, lo consolidaba de inmediato, con piscina, hotel, canchas, estacionamientos subterráneos. Hubiese sido un equipamiento que habría unido a toda la comuna, pero quedó encerrado", aseguró Ugarte.
El exsecretario Comunal de Planificación en la época de Pedro Araya Ortiz, el arquitecto Óscar Morales, precisó que cuando una ciudad carece de áreas de esparcimiento y recreación para la familia, la calidad de vida de sus habitantes está afectada.
Morales señala principalmente a los sectores altos de la ciudad, que no cuentan con parques o plazas, por lo que si un grupo familiar desea acceder a estos lugares, necesariamente debe trasladarse.
"Lo que marca la diferencia en la calidad de vida es el tiempo para la recreación y contar con espacios para eso. Cada ciudad tiene áreas naturales para ello y en el caso de Antofagasta, es el borde costero".
361.873 personas viven en Antofagasta, según la última medición del Censo en 2017. La ciudad es la más poblada de la región y unas de las más grandes de la macrozona norte del país.
800 hectáreas de terreno disponible para área verdes tiene la ciudad. La cifra, elaborada por Creo Antofagasta, apunta a sectores que en la actualidad no tienen un uso eficiente.
2 puestos descendió Antofagasta en el último Barómetro Imagen Ciudad, de la ONG Visión Humana. En 2015, la ciudad aparecía en el lugar 17 para vivir, mientras que en 2018, en el puesto 19.