Cristian Castro Orozco

El proceso es más o menos así. Ya en temporada de la anchoveta, embarcaciones lanzan sus redes al océano con el objetivo de capturar los cardúmenes, pero al arrastrar el recurso, pasan a llevar a los delfines que están alimentándose, resultando ahogados durante el proceso de arrastre y pesca (el delfín es un mamífero que necesita emerger cada cierto tiempo para respirar).

Este sería uno de los motivos por los cuales han aparecido durante los últimos días una veintena de cetáceos agónicos y muertos en las orillas de las playas de la región, según cuentan los pescadores de Mejillones, quienes culpan a la pesca industrial por esta situación, o sea, Corpesca S.A.

El presidente del sindicato de los pescadores artesanales cerqueros de Mejillones, Gabriel Ramos, contó que son los buques industriales los que arrasan con la mayoría de las especies en medio del proceso de barrido de los bancos de cardúmenes.

"Lamentablemente esto se debe a que uno de los únicos recursos económicos existentes en la macrozona norte es la anchoveta, y nosotros para mantenernos y sustentarnos tenemos que capturar este recurso. Ahora ¿cuál es la problemática? Es que el sector industrial cuenta con dos importantes privilegios".

Según esgrime Ramos, los industriales pueden realizar perforaciones dentro de las cinco millas pertenecientes a la pesca artesanal -estipulado en el artículo 47 de la ley de pesca- y además cuentan con la ventaja de desplazarse desde Arica hasta el límite sur de Antofagasta.

"Hubo fotos de varamientos en caleta El Cobre. Yo navegué por ahí y vi embarcaciones industriales explotando la anchoveta en el límite de Paposo. Entonces estos caballeros industriales con un cerco mucho más grande que el que nosotros utilizamos, provocan una matanza indiscriminada de estos mamíferos, y nadie los frena", manifestó.

Proceso

Asimismo, una fuente explicó que la apertura de la veda de la anchoveta viene asociada a la presencia de los delfines.

"Muchas veces, ¡muchas!, los delfines andan cazando anchoveta, y son sorprendidos con el calado de la red que va encerrando el cardumen y quedan dentro del boliche. Muchos logran salir, porque tienen la habilidad de dar grandes saltos y sortear la guarnición de corchos que permiten a la red mantenerse a flote. Pero hay otros que quedan atrapados, lo que impide a los delfines -preocupados de alimentarse- subir a la superficie para respirar".

La fuente también asegura que muchas veces hallaron cetáceos dentro de la pesca de anchovetas.

"En un sinfín de ocasiones 'resucitamos' algunos ejemplares de delfines ahogados bajo toneladas de pescados. Entenderás que tenían su bolsa estomacal llena de peces, hecho que presiona el diafragma y hace disminuir el volumen torácico y con ello, la capacidad pulmonar es menor. Entonces, les hacíamos respiración 'boca-espiráculo' y, tomándolos desde el apéndice caudal, vaciábamos su estómago. Con estas dos maniobras intentábamos reparar el daño. Algunos bichos reaccionaban y se recuperaban", asegura.

Cifamac

Pero la pesca a gran escala no es la única causante. Es preciso manifestar que últimamente ha aparecido gran cantidad de cetáceos en el sector de la península de Mejillones, no obstante muchos se han visto afectado por la pesca del pez dorado mediante explosivos por pescadores ilegales. Otros tanto han colisionado con las embarcaciones pesqueras.

El presidente de Cifamac, Juan Menares, dijo que la actividad se debe principalmente a la escasez de los recursos en la bahía de Mejillones, donde actualmente sólo existirían anchovetas.

"Estamos depredando el mar. Si bien todos tenemos necesidad debemos cuidar el recurso. Ahora se están encerrando a los delfines que se meten a comer anchoas, sin dejar que coman y se retiren, porque comen poco. Hoy la empresas pesqueras tienen una lógica de 'échale nomás pa' dentro que todo sirve para la harina'", explicó Menares.

Este Medio consultó a Sernapesca sobre medidas por este tema, no obstante hasta ayer no hubo respuesta.

3 casos de delfines muertos han sido reportados durante la última semana, uno de los ejemplares murió presumiblemente por la explosión de dinamita que era utilizada para pescar.

8 especies de cetáceos cohabitan la península de Mejillones, siendo los más comunes la marsopa, el delfín nariz de botella y el delfín oscuro, este último el ejemplar más dañado.

2016 se crea la organización Cifamac, la cual está abocada al estudio y protección de éstos mamíferos, quienes han multiplicado su presencia en la península mejillonina.

La Seremi de Bienes Nacionales de Antofagasta disminuyó en un alto porcentaje su cartera de morosidad por concepto de arriendos. Específicamente se redujo de 857 a 170 millones de pesos, es decir una baja de un 81%.

Cabe recordar que en abril del año 2018 la subsecretaria de Bienes Nacionales, Alejandra Bravo, sostuvo que la administración anterior había dejado un desorden de finanzas, por lo que esta región ya acumulaba 857 millones de pesos no cobrados por concepto de morosidad por arriendos fiscales.

Reestructuración

Desde Bienes Nacionales se informó que se optó por una reestructuración en la Unidad de Arriendos

El seremi Omar Farías dijo al respecto que "lo primero que había que hacer era ordenar la casa, y fue así que gracias a esta reestructuración se mejoró el control y las acciones de cobranza. Un ejemplo de lo anterior es que en la administración anterior no se hacían los oficios de cobranza 1, 2 y 3 en las fechas que correspondía. Ahora todo es en los plazos que corresponden, permitiendo notificar a los usuarios morosos a tiempo para que puedan regularizar su situación".

Además agregó que "también hicimos cambios respecto al envío al Consejo de Defensa del Estado (CDE) de los antecedentes de los casos de morosidad para realizar las cobranzas judiciales respectivas y recuperar esos dineros que van directamente a las arcas de nuestro Ministerio".

La subsecretaria de Bienes Nacionales, Alejandra Bravo, señaló que "esta disminución en la morosidad de arriendos contraídos con nuestro ministerio es una respuesta concreta al compromiso que hicimos hace un año atrás cuando asumíamos nuestro cargo con el ministro Ward, y que como subsecretaria me ha correspondido liderar. Y que obedece al mandato que entregó el Presidente Sebastián Piñera desde el día uno cuando nos dijo que debíamos pasar de la administración del territorio a la gestión intencionada de los Bienes Públicos que son de todos los chilenos".

Entre pompa y los vítores de autoridades de turno, científicos y pescadores,, fue echada al mar en enero del 2018 la primera boya oceanográfica que mediría los niveles de oxigenación y otras variables de la bahía de Mejillones.

El instrumento fue anclado con la ayuda de personal de La Armada y de los mismos pescadores. No obstante en diciembre la boya dejó de transmitir el estado de la bahía. ¿Motivo? Se desancló. Recién ayer fue encontrada entre roqueríos de la caleta Cobija y hoy las autoridades la irán a recoger para evaluar su daño.

La instalación de esta boya importada desde Estados Unidos con un costo cercano a los $50 millones, se encontraba una media milla mar adentro y fue auspiciada por la Seremi de Medio Ambiente.

Recuperación

El actual seremi de la cartera, Rafael Castro, confirmó el desanclaje. "A comienzos de diciembre del año pasado profesionales de nuestra seremi advirtieron que la boya oceanográfica no estaba entregando datos. En virtud de ello se hizo una inspección y se encontró que esta se había perdido en el mar". Castro informó que 6tse realizó la denuncia en el Ministerio Público, entidad que ordenó a la Dirección General del Territorio Marítimo y Mercante (Directemar) de la Armada las investigaciones respectivas, recibiendo ayer la noticia de que la boya apareció en Cobija, al parecer entre los roqueríos de esta caleta.

"No tenemos detalles acerca del estado porque mañana (hoy) iremos a recogerla, lo que contribuirá a complementar la investigación que está realizando el Ministerio Público, con quienes ya tomamos contactos y ya le avisamos del hallazgo".

Circunstancias

Pescadores de Mejillones, quienes eran los principales beneficiados por la instalación de la boya (recibían en su móviles a través de una App el estado de la bahía, información que la boya emitía cada 15 minutos) son suspicaces con la tesis de que ésta se haya cortado por el oleaje o por el choque con alguna nave.

"Es difícil romper el anclaje de un bote común, y eso que nosotros le ponemos solo uno. Esa boya tenía cuatro anclajes, por lo que es extraño que se haya cortado de la nada", dijo un pescador local.

El exseremi de Medio Ambiente Felipe Lerzundi, quien dirigió en su momento la colocación del instrumento, manifestó que lo imperante es que "no se pierdan los datos y que a la brevedad se pueda tener otra boya por lo importante que era para cuidar la Bahía de Mejillones del Sur".

La instalación de la boya fue en el marco del estudio "Diagnóstico y Monitoreo Ambiental de la Bahía de Mejillones del Sur", iniciativa coordinada técnicamente por Medio Ambiente y ejecutada por el Centro de Ecología Aplicada.

"No tenemos detalles acerca de su estado porque mañana (hoy) a recogerla, lo que contribuirá a la investigación que se está realizando". Rafael Castro seremi de Medioambiente"

La Universidad Católica del Norte, UCN, con apoyo de la Corporación Nacional Forestal, Conaf, a través de un proyecto del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R), está desarrollando el proyecto denominado "Plan de Recuperación Reserva Nacional La Chimba" que tiene entre sus principales líneas de acción el mejoramiento de infraestructura, educación ambiental, turismo, inclusión social e investigación.

Mauricio Mora, director del proyecto, señaló que "la idea es desarrollar acciones que contribuyan a mejorar los trabajos de conservación que por un lado apunten a proteger la flora y fauna que se encuentra en el lugar, así como también que las personas de Antofagasta y de la región conozcan por qué desde el año 1988 se protege este sector, comprendiendo que es un patrimonio natural de la región".

En este sentido, el director regional de Conaf, Cristián Salas Papasideris, señaló que "gracias a estos fondos vamos a poner en valor distintos objetos de conservación de esta reserva nacional, además de potenciar la educación ambiental, el turismo, sobre todo incluir a la comunidad...".

En la Reserva Nacional La Chimba existen más de 100 especies de flora nativa descritas en el área, entre ellas Copiapioa atacamensis, Eriosyce redentophila, Atriplex Clivicola y Neoporteria recóndita.