Redacción
El actual desempleo en la Región de Antofagasta es el segundo más alto de la década y se mantuvo como el mayor del país.
La última entrega del INE para el trimestre diciembre 2018/ febrero 2019, es bastante desalentadora, pues la cifra de personas sin trabajo alcanzó los dos dígitos, al llegar al 10%, solo superado por el trimestre diciembre 2017- febrero 2018, cuando el peak llegó al 11%.
La cifra de desocupados afecta entonces a 31.420 hombres y mujeres y más allá de lo económico, se ha convertido en el Talón de Aquiles del Gobierno Regional de Antofagasta que centró aquí sus esfuerzos, sin lograr, hasta ahora, los resultados esperados.
Malos números
La situación se hace más compleja por lo siguiente.
La fuerza de trabajo (personas dispuestas a trabajar: las que laboran más las que buscan un empleo), llegó a 314.520, algo más de 7 mil personas que el trimestre anterior que registró una tasa de 9.6%.
Esto quiere decir que menos gente está dispuesta a buscar un puesto, hay menos presión sobre el mercado, pero aun así el desempleo incrementó porque se perdieron unas 8 mil plazas en el mismo lapso de tiempo, citó Antonio Sánchez, presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta.
La Región registra, entonces, cuatro trimestres de alzas y eso es lo que parece más complejo, después de algunas mejoras sucesivas desde el peak registrado hace exactamente un año. Con esa base de comparación, las cifras son mejores, pero es el deterioro de los últimos meses el que exige atención, citó Sánchez.
La tasa de desocupación masculina se situó en 8,5%, registrando una mejora anual de 1.5 puntos porcentuales en relación a 12 meses; mientras la tasa de desocupación femenina afecta al 12.4%, cifra mayor en 3.5%.
La desocupación de la comuna de Antofagasta aumentó de 9,7% a 10,6%, perjudicando a 21.402 personas; mientras en Calama bajó de 9,6% a 9,3%, 7.289 desocupados, en relación al trimestre anterior.
Dusan Paredes, decano de la Facultad de Economía y Administración de la UCN citó que uno de los problemas fundamentales es la "desincronización" de las políticas públicas del nivel nacional con Antofagasta que tiene su propio fenómeno.
"Estamos pagando el costo de la crisis que hubo hasta el año pasado y es muy difícil que el desempleo baje", citó.
El académico añadió que el gobierno deberá apoyar más el emprendimiento, cuestión que es una política en varios estados y las pymes que hasta hoy tienen una "alta tasa de mortalidad".
Sánchez fue más categórico. "Desde el gobierno local no se está haciendo nada. Hay que trabajar más con las pymes, pero también con los grandes proyectos de inversión y para eso es importante que el rayado de cancha tributario sea claro. Si eso no es solucionado, será muy difícil recibir grandes inversiones", acusó.
Mejoras de un año
El seremi del Trabajo y Previsión Social, Álvaro Le-Blanc, precisó que respecto de hace un año la fuerza laboral creció un 3,2%, lo que significa 9.770 puestos. "Tenemos más personas que han llegado a buscar empleo lo que genera una presión en el mercado laboral, el que se traduce en la tasa de desocupación que conocemos. Sin embargo, la encuesta da a conocer el importante aumento de ocupados en más de 7 mil personas. Estamos creando empleos que son de calidad".
Para el senador Pedro Araya (independiente), el Presidente Sebastián Piñera le debe una explicación a la región, porque en momentos que el desempleo aumenta "se dan el lujo de anunciar despidos masivos en Codelco". La diputada Paulina Núñez (RN) reaccionó con preocupación ante el nuevo aumento del desempleo en la región. "Es nuestra gran deuda pendiente y duele más cuando en las mujeres es mayor. Gobernamos y logramos dejar a la región con pleno empleo, ha pasado recién un año, la cosa anda lento y no tengo dudas mejorarán las cifras. Vienen reformas importantes que ayudarán a eso", dijo. Por su parte, la diputada Marcela Hernando (PR) apuntó al efecto que está teniendo la automatización en distintos rubros, y manifestó que desde el Estado poco se está haciendo para enfrentar este cambio. Según Hernando, no sólo hacen falta políticas de fomento al empleo tradicional, sino también de reconversión a nuevas fuentes laborales más estables.
Mejoras respecto de hace un año