A partir del próximo año la escuela subvencionada Raíces, que educa a niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), deberá reducir su oferta de matrículas, la cual caerá de sus 120 cupos actuales a solo 40.
Al mismo tiempo, existe incertidumbre por el futuro de la Escuela Diferencial "Esperanza", ubicada en el sector norte y que atiende a 57 niños, especialmente a menores con disfasia cerebral, la cual, según fuentes del establecimiento, podría incluso cerrar por razones económicas.
Este panorama deja en la incertidumbre a las más de cien familias que tienen a sus pequeños en estos dos establecimientos de la comuna.
Hay que mencionar que la oferta pública a través del Programa de Integración Escolar (PIE) de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (Cmds), para niños con necesidades especiales, tiene una capacidad limitada, complicando la situación de aquellas familias que se vean afectadas.
Casos
Con la escuela Raíces, que funciona en calle Esmeralda, su dirección deberá reducir sus cupos debido a modificaciones introducidas en 2015 a la Ley General de Educación.
En específico, este establecimiento no posee un patio para niños de básica de 120 metros cuadrados, y otro de 90 metros cuadrados para niños de pre básica, como indica la norma, por lo que no puede funcionar con su actual matrícula.
La fundadora y directora de este establecimiento, Gloria Zamudio Contreras, contó la situación que atraviesan.
"La infraestructura nos afecta, pues si bien esta escuela está reconocida desde 2004 para atender a niños párvulos, hoy por una inspección que se hizo, se nos dijo que estamos incumplimiento la norma debido a la cantidad de patios que tenemos", dijo.
La escuela debería tener dos patios, uno de 120 metros cuadrados para niños de básica, y uno de 90 metros cuadrados para niños de prebásica, lo que resulta imposible en sus actuales dependencias.
"Esta es una escuela pequeña y se nos aplica una norma para colegios grandes. A nosotros nos es imposible cumplir porque tenemos 150 metros cuadrados de patio en total, pero jamás trabajamos con los niños al mismo tiempo, sino que en tres jornadas. La primera inicia de 8 a 11:30, después de 12:30 a 15:30 y finalmente de 15:30 a 18:30. Somos los únicos a nivel nacional con un permiso para trabajar a tres jornadas diurnas", manifestó la directora, quien agregó que en cada una de estas jornadas se atiende a 40 alumnos.
Zamudio aclaró que de no hallar una pronta solución, deberá recurrir al sistema de la "tómbola" (sorteo) para seleccionar a los alumnos que continuarán con su matrícula el próximo año.
Apoderados
Jeanette Flores es una de las apoderadas de la Escuela Raíces. Ahí tiene matriculado a su pequeño de cinco años. "De no quedar el próximo año, mi hijo no seguiría estudiando porque las escuelas no están capacitadas para ellos. Acá él recibe terapias y que no entregan otros establecimientos. Se perderá un gran trabajo. Además no poseo los medios para llevarlo. Sinceramente preferiría no llevarlo a ningún lugar puesto que él no se comunica", dijo la apoderada.
Yanira Hidalgo también tienen a un pequeño de cinco año en la Escuela Raíces.
"Mi hijo, de partida, no tiene un lenguaje verbal adquirido y se expresa a través del Sistema de Comunicación de Intercambio de Imágenes (Pecs). Y las escuelas no están capacitadas para trabajar con el Pecs. En su curso tiene problemas conductuales serios, pero acá existe un buen trabajo de las profesionales. En otro establecimiento aquello no ocurrirá" contó la joven.
Seremi Educación
Al respecto, el seremi de Educación, Hugo Keith, manifestó que la intención no es cerrar escuelas, pero se necesita que funcionen cumpliendo la normativa, de manera que se dé seguridad a los niños. "Entendemos a los apoderados que estén complicados con el tema, pero deben entender que la prioridad también es la educación. Contemplamos una solución a corto plazo para disponer de ellos este próximo año, y uno más a largo plazo, que es la construcción de un centro dedicado a niños con TEA", explicó la autoridad.