Cristian Castro Orozco
Cuatro cuerpos masculinos, tres de ellos prehispánicos (es decir, fallecieron hace más de 500 años) y el último más contemporáneo, serán enviados esta tarde a Santiago para ser sometidos a un proceso de restauración y conservación.
Los cuerpos fueron hallados en procesos de búsqueda arqueológicas, como también procedimientos de la Policía de Investigaciones (PDI) durante los últimos 30 años.
El más contemporáneo de ellos correspondería a un habitante de las exoficinas salitreras hallado en la pampa de Loreto, en las inmediaciones de las faenas de Escondida. De esta persona no existen mayores antecedentes y se supone que es un "empampado" (persona perdida en el desierto), dado que vestía prendas similares a las de esa época.
Operativo
El traslado se realizará gracias a una alianza entre el Museo Regional de Antofagasta y la Policía de Investigaciones (PDI), que tiene como fin salvaguardar estos restos y osamentas pertenecientes al pasado de la región.
Ya en 2013 fueron enviados dos cuerpos prehispánicos a Santiago para ser sometidos a análisis, y de cuya experiencia se tomó la iniciativa de realizar este segundo envío.
La encargada de las colecciones del Museo Regional de Antofagasta, Verónica Díaz, explicó que los restos son enviados a la capital pues en la ciudad no existen centros especializados en conservación.
"Hicimos una primera etapa en el año 2013 junto al Centro Nacional de Conservación y Restauración en Santiago. Ellos son los especialistas que nos colaboran y apoyan en todos los temas técnicos para el trabajo de conservación especializado, porque acá no contamos ni con la infraestructura ni los especialistas", dijo.
Acervo
En este aspecto es preciso mencionar que el mayor acervo arqueológico local se encuentra en el exedificio del resguardo marítimo, donde actualmente funciona el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (exDibam) en el Casco Histórico de Antofagasta.
Si bien este inmueble ha adaptado su infraestructura de antigua casona para resguardar piezas arqueológicas (orgánicas o materiales), no cuenta con departamentos ni personal especializado en restauración y preservación, es decir, que puedan mantener los cuerpos y extraer de ellos muestras que den luz sobre quiénes fueron.
"Hablamos de cuerpos que en su mayoría tienen una data prehispánica, pero de momento indeterminada. Éstos serán estudiados en Santiago. Allá serán tratados y se realizará un trabajo de perfiles biológicos para ver si son adultos o infantes, su procedencia étnica, entre otros detalles que desconocemos", manifestó Díaz.
Una vez identificados y preservados (se estima que el proceso tomará dos años), los restos volverán a la región y ahí se determinará si se resguardan en el depósito del museo o son entregados a alguna comunidad indígena para su inhumación, en caso que se establezca el nexo con ellas.
Traslado
Serán dos móviles de la Brigada de Delitos Medio Ambientales (Bidema) de la PDI los que transportarán a los antepasados hasta Santiago.
Así lo confirmó el jefe de la Bidema de Antofagasta, el subcomisario Tomás Silva Luengo.
"Nuestro protocolo cada vez que nos hallamos ante cuerpos u osamentas no criminalísticas es que no las podemos levantar hasta dar cuenta al Consejo de Monumentos. Muchas veces son ellos los que nos hacen tomar contacto con los museos más cercanos", afirmó.
El oficial dijo que entre los cuerpos que serán trasladados figura un hombre momificado hallado en medio de un procedimiento el año 2002.
"No tenemos antecedentes ni documentación de su procedencia, lo que ahora se podrá dilucidar", comentó.