Redacción
El gerente general de la empresa Santa Marta, Rodolfo Bernstein, culpó al municipio por el nuevo impasse que enfrenta el proyecto Chaqueta Blanca y que pone en riesgo su apertura durante este año.
El problema se relaciona con el fin del contrato entre la compañía y el municipio, que está vencido desde agosto de 2018, lo que impide que el proyecto cumpla sus últimos trámites en Desarrollo Social.
El asunto es extremadamente complejo, tanto, que el municipio deberá realizar una consulta a Contraloría para definir cómo actuar.
Contrato
Frente a esto, Bernstein declaró ayer que todo es responsabilidad del municipio, pues la empresa hace un año y medio está pidiendo que los trámites pendientes se realicen.
El ejecutivo acusó que el ayuntamiento ha actuado con extrema negligencia y un ánimo obstruccionista, lo que explicaría que finalmente el contrato haya expirado antes incluso de que el proyecto haya iniciado su operación.
"La responsabilidad es de ellos, y ellos tendrán que responder ahora ante Contraloría o en las instancias judiciales", afirmó.
Bernstein explicó además que en el nuevo escenario que surge, donde ambas partes podrían tener que buscar un nuevo acuerdo, Santa Marta hará valer algunas condiciones.
Mencionó que para la compañía todo acuerdo pasa por revisar las tarifas, definir garantías de operación, el pago de saldos pendientes por la construcción (unos $400 millones) y eliminar las multas que han recibido y que, en su opinión, no corresponden.
Todo eso, según Rodolfo Bernstein, debe quedar plasmado en el nuevo contrato, el contrato modificado, un anexo de contrato o lo que se establezca como solución.
"Si quieren que nosotros operamos, tendremos que llegar a un acuerdo que corrija esos puntos básicos", afirmó.
Críticas
El vencimiento del contrato entre la municipalidad Santa Marta fue dado a conocer el viernes por el asesor jurídico del municipio, Christian Flores, a los diputados de la Comisión de Medio Ambiente, en su visita al basural La Chimba y al proyecto Chaqueta Blanca.
El problema tomó por sorpresa a todo el mundo, incluidos los parlamentarios, quienes ayer seguían reaccionando ante la compleja revelación.
El diputado Esteban Velásquez dijo que en este caso, tanto el Gobierno Regional como el municipio, están aportando información parcial, lo que complica una solución.
"En resumidas cuentas, ni la Intendencia ni el municipio han sabido dar el ancho a un problema que tuvo que estar solucionado hace ya mucho tiempo", manifestó.
Según Velásquez, ahora que existe mayor claridad y ciertos plazos comprometidos por el municipio para realizar las consultas a Contraloría, será rol de la comisión realizar una férrea fiscalización.
En tanto, el senador Alejandro Guillier aseguró que las autoridades locales están sobrepasadas, pues "cada día que pasa conocemos de un nuevo trámite o argumento que solo posterga la solución", y adujo que "ya no hay más espacio para que no hagan la pega".
A su vez, la diputada Marcela Hernando, calificó como "impresentable" que ni la municipalidad, ni la empresa Santa Marta, hayan comunicado antes que el contrato entre ambos estaba vencido.
Hernando comentó que Santa Marta y el municipio ya tienen judicializado su conflicto (hay acciones de perjuicio y por cobro de multas entre ambos) y por lo tanto, restablecer un contrato o acordar los términos de un anexo será mucho más difícil, lo que claramente es un obstáculo importante.
Obra terminada
Uno de los puntos que destacó el gerente de Santa Marta es que durante la visita de los diputados, se reconoció por parte del municipio que no hay obras pendientes en el relleno Chaqueta Blanca. "Una de las grandes conclusiones de la visita fue eso, que todo está listo, este proyecto está terminado y no lo han querido operar", dijo Rodolfo Bernstein. De acuerdo a lo informado por el municipio, mañana enviarán un oficio a Contraloría pidiendo su opinión sobre cómo proceder en este caso.