Salitreras declaradas patrimonio: entre el abandono, robos y basura
REGIÓN. Pese a que estos lugares cuentan con la protección del Estado, esto no ha evitado su destrucción por la acción humana. Ejemplo de esto es un creciente microbasural que se genera en Pampa Unión, sitio que sería declarado como un patrimonio en riesgo.
Refrigeradores, pallets, coches, cunas, televisores, lavadoras, muebles, tambores de aceite y un sinnúmero de neumáticos y botellas de plástico -de reciente data- conforman el microbasural que se extiende por las calles del expueblo de Pampa Unión.
Los restos de este pueblo desde 1990 cuentan con una protección estatal, junto con otros bastiones salitreros de la región por su trascendencia histórica.
Esto, porque Pampa Unión (descripción en la página tres) está dentro de la categoría de Monumento Histórico, condición otorgada por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), el que registra en su página web que "fue parte fundamental de la historia del salitre en la región de Antofagasta, pues constituyó el poblado más importante de la pampa salitrera llegando a contar con más de 5.000 habitantes permanentes".
Pero la basura se acumula en las ruinas del lugar con una continuidad incesante. Papeles y documentos atrapados entre las viejas paredes de barro con despachos y firmas realizadas los meses abril y junio del 2019.
Abandono
Cristian Venegas, audiovisualista e investigador del pasado salitrero descubrió este basural cuando visitó el sector hace un par de semanas.
"Personalmente la he visitado de manera constante y hasta basura me he traído en mi vehículo para no quedarme solo con la denuncia. Da vergüenza que esta sea la cara de un patrimonio que es visitado de manera constante por algunos turistas que se atreven a recorrer sus ruinas y que vean cómo sus calles se encuentran llenas de basura y sus muros rayados", dijo.
Los dos kilómetros que separan a la exoficina Francisco Puelma -también declarada monumento- de la ruta B-25 que une a Carmen Alto con Calama han sido indispensable para salvarla de quienes en vehículos buscan un vertedero para tirar basura industrial o restos de la construcción.
No así de los profanadores, quienes tienen su cementerio en un deplorable estado, con ataúdes abiertos y osamentas esparcidas en la arena. Este escenario también se da en otros camposantos, como Pampa Unión y Gatico.
Patrimonio en desmedro
En la Región de Antofagasta llegaron a existir en el auge del siglo pasado 91 oficinas salitreras. En la de Tarapacá hubo 118.
De las 91 salitreras locales, el CMN mantiene en la categoría de monumento histórico a Chacabuco, Lastenia, el centro cívico de Chuquicamata, Pedro de Valdivia, Tranque Sloman (hidroeléctrica que abastecía de energía a las oficinas Buena Esperanza, Rica Aventura, Prosperidad, Grutas y Empresa), Francisco Puelma y las ruinas de Pampa Unión.
Pero la declaración no ha sido garante de protección. Solo Chacabuco cuenta con guardias; Chuquicamata es protegida por Codelco y Pedro de Valdivia cuenta con el cuidado de SQM.
El historiador y académico de la Universidad de Santiago, Cristóbal García Huidobro, lamenta que poco pueda hacer la entidad estatal.
"El patrimonio salitrero de Antofagasta es absolutamente maravilloso y de hecho, representa un periodo de la historia de Chile que fue pivote en el desarrollo del mismo país. Los territorios de Antofagasta fueron incorporados después de la guerra, y buena parte de esas salitreras fueron construidas con el ahínco de los chilenos que se aventuraron a vivir en el desierto", recordó.
A su vez, dijo que es lamentable muchas de aquellas oficinas se encuentren en desamparo. "Por desgracia la falta de acción del CMN que tampoco tiene los recursos para intervenir en el caso y también la falta conciencia por parte de personas inescrupulosas que destruyen el patrimonio de estas salitreras, se nos presentan como un problema considerable y que no ha sido antecedido como corresponde", enfatizó.
Declaración de riesgo
Desde el CMN, Erwin Brevis, secretario técnico de la entidad dijo que el gran desafío de estos sitios es que la protección oficial que otorgan las declaraciones se complemente con la protección efectiva.
"Existen complejidades de contar con una adecuada supervisión en sitios sin una administración efectiva, sin vigilancia", indicó.
Asimismo agregó que "evaluamos considerar a Pampa Unión como patrimonio en riesgo, lo que significa priorizar su estudio para determinar las acciones inmediatas para detener su deterioro y buscar preservarlo. Para hacerlo, la secretaría técnica del consejo cuenta con una área de patrimonio en riesgo. Junto con ello, desde algunas semanas contamos con una Oficina Técnica Regional en Antofagasta, que estará recabando la información relevante y monitoreando el patrimonio de la zona".
El estado de las exoficinas Robos en las exoficinas Profanación de cementerios Pampa Unión, de sanatorio a poblado
Prácticamente no existe cementerio pampino sin profanar en el desierto de Antofagasta. Este Medio dió cuenta de aquella realidad en julio, con un reportaje que exponía el estado de destrucción de tumbas y nichos de los cementerios de Francisco Puelma (declarado Monumento Nacional en 1989), Gatico y Cobija. Pero a esto se suma el cementerio de Pampa Unión. Incluso, en la entrada del camposanto, una placa implora a quien tiene la intención de profanar que se abstenga de hacerlo con sus seres queridos, previamente señalados con flores de hojalata, sepulcros blanqueados o pintados que dan cuenta de que aún mantienen deudos con vida. Según explicó el historiador tocopillano Damir Galaz-Mandakovic para aquel reportaje, "las profanaciones han sido estimuladas por la presencia de fallecidos que fueron sepultados con algunas joyas y con algunos dientes de oro, lo cual despertó el apetito de inescrupulosos que desde el cierre de los poblados han ido saqueando cuánta tumba sea necesaria para hallar esos 'tesoros', que de pronto ya son inexistentes".
Fue en 2018 cuando los pedrinos (los nacidos en Pedro de Valdivia) dieron la alarma: Si bien el poblado ha sido afectado por el robo de pino oregón de sus estructuras, en julio de ese año la agrupación de hijos de Pedro de Valdivia denunciaron el robo de una placa conmemorativa de la primera junta de Gobierno, hecha de bronce y también de un busto del capitán Arturo Prat, ambos monumentos instalados en la plaza. Al respecto, el pedrino Ramón Frías quien constantemente visita el poblado (aparte de su aniversario el 6 de junio), cuenta que "los saqueos comenzaron cuando cerró la oficina (1996). Se sacó la madera de sus viviendas, y el año antepasado se robaron unos monumentos, pero la misma gente ya los repuso. No obstante los pedrinos nos resistimos a su destrucción".
A inicios del siglo XX, en pleno auge de la explotación del salitre, entre Carmen Alto y Calama estaban las oficinas salitreras de Prat, Aníbal Pinto, Edwards, Ausonia, Carmela, José Santos Ossa, Leonor, Edwards y otras tantas. Cada vez que se generaba un accidente o enfermedad en estos lugares, él o los afectados eran bajados vía carreta o tren hasta Antofagasta para ser atendidos y muchas veces fallecían debido al trayecto. Para evitar estas muertes, el doctor Lautaro Ponce Arellano fundó en 1911 el sanatorio de Pampa Blanca. Ahí eran llevados los enfermos y accidentados, siendo atendidos en el momento, bajando la mortalidad. Pero ya en los años 20 el lugar tomó vida propia, se le cambió el nombre a Pampa Unión y a su alrededor surgieron conventillos, pulperías, y locales de alcohol. Llegó a albergar a unas 5 mil personas entre chilenos, chinos, croatas, peruanos y bolivianos. Con la crisis del salitre el poblado se vino abajo. Cerró en los 40 y se desmanteló en 1954. Sus ruinas serán declaradas patrimonio en riesgo.
Aumentan microbasurales
Si bien la mayoría de las exoficinas cuentan con restos de basura y escombros, estas son propias del lugar, es decir, paredes derrumbadas por temblores u objetos de lata, ropa o vidrio casi petrificado que datan de la misma época de vida de la oficina. No obstante en Pampa Unión, entre las paredes derrumbadas de barro yacen restos de concreto de reciente construcción. Lavadoras y electrodomésticos también son botadas en sus calles. Cristian Venegas, audiovisualista e investigador del pasado salitrero cuenta que "Es lamentable la realidad actual de Pampa Unión, Monumento Nacional que permanece en el olvido al amparo de inescrupulosos que no dudan en botar sus desechos en las añosas calles de este importante expueblo salitrero que significó mucho para tantos pampinos".
5.000 habitantes llegó a tener el pueblo de Pampa Unión, ubicado entre la ruta B-25 que une a Carmen Alto con la comuna de Calama. Hoy es un microbasural.
91 salitreras llegaron a existir en la Región de Antofagasta, principalmente entre los años 1920 a 1940. Hoy ocho de ellas fueron declaradas patrimonio y tres cuentan con protección.
2018 roban dos monumentos cívicos instalados en la plaza principal de la exoficina de Pedro de Valdivia, después del hecho SQM tomó resguardo del poblado.